LadrArte: Reunión de arte y mascotas
Cientos de mascotas y sus amos asistieron ayer al evento celebrado por tercer año en el Museo de Arte de Puerto Rico.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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El mejor amigo del hombre visitó ayer el Museo de Arte de Puerto Rico, en Santurce.
Algunas caninas llegaron muy elegantes, con trajes pomposos o collares que podrían causar la envidia de cualquiera; los perros con corbatas o simples camisetas. Otros fueron más a tono con la temperatura con pantaloncitos cortos y pamelas, o solo su collar.
Los más chiquitos eran paseados en coches por sus familias en un día de esparcimiento en el que no faltó la frisa de los pasadías, la comida de guagua, los juegos y la música en que se encontraron perros de raza, satos, enormes y chiquitos, y algunos impedidos que recibieron una segunda oportunidad.
Se trató del evento LadrArte al que se dieron cita unas mil personas, muchas de ellas junto con los querendones de cuatro patas.
Hubo historias muy bonitas para contar, como la de la sata rubia Bali Bey, de dos años, quien lucía un vestido rosa y, según nos contó su ama, Seary Figueroa, de Carolina, la acompaña a la iglesia a orar.
“Durante siete meses le estuve pidiendo a Dios el perro exacto para mí. Estuve casada y cuando mi esposo y yo nos divorciamos hace 16 años se llevó mi perro y nunca más lo vi. Cuando estuve preparada comencé a pedirlo con fe. Quería un Boxer con las patitas blancas. Un día iba caminando y vi a una señora en un carro con ocho perritos diciéndole a todo el mundo ‘llévatelo’. Fui directamente a Bali Bey, que alguien la tenía sacándole fotos y enviándolas por teléfono. La cogí, nos miramos y fue amor a primera vista... Soy una mujer sola, no tengo hijos ni nada, y esta perra me quitó el insomnio, la depresión, y es mi compañía. Hoy fuimos a la iglesia, la dejé afuera en su jaulita y vinimos corriendo para acá. Ella hasta se ha ganado unos concursos de belleza en los que la han premiada con comida gratis”.
Entonces, Bali Bey y Seary unieron sus manos-patas para elevar una oración: “Gracias Jesús por traernos aquí, bendiciones para todos y para Primera Hora. Siempre oramos antes de comer”.
La actividad, que duró seis horas, contó con música en vivo por la cantante Linda Santana, quien además animó los juegos para los perritos con premios para los ganadores, artistas pintando en vivo, exposiciones de fotografías, ejercicios de relajación para mascotas y sus dueños, masaje y Reiki para perros, y orientación para mantener a la mascota saludable.
En uno de esos puestos estaba Isamar Muñoz, de la Organización Rabitos Kontentos, quien adoptó a Náutico hace tres años luego de que un carro le diera un golpe que le destrozó una de sus patas.
“Él fue encontrado en el Club Náutico de Arecibo, por eso su nombre, y empleados de ahí se comunicaron con la organización. Le tuvieron que amputar la patita y parte del omoplato por la infección tan grande que tenía por la falta de los medicamentos adecuados”.
Igualmente la rescatista tiene una Pomenarian, Sabrina, de dos años, que fue encontrada vagando por una carretera en Quebradillas y no puede caminar con las patas de atrás. El otro impedido es Biscuit, de 9 meses, un Chihuhua que camina en las dos patas de adelante. Estos tres perritos se pasearon en el jardín en un cochecito. La joven tiene otros dos impedidos, una gata, Mishka que tiene problemas neurológicos, un perrito, y una cerdita, Fiona, quien su “bolita de amor”.
“Para que un perro rescatado que ha sufrido tanto llegue a confiar en esa mano que les da de comer, que no los va a volver a maltratar, es todo un proceso emocional. Pero esa segundo oportunidad de superarse es gratificante porque ellos son muy agradecidos”.
Karma, otro de los perritos que acudieron al museo, tiene 4 años. Es una Poodle grande negra que fue encargada por su ama a Estados Unidos. Tiene un carácter muy dócil y sociable, y posa como una modelo con sus ostentosos collares de pedrería.
“Ella siempre está fabulosa, le pinto las uñas yo misma. Las personas me piden hacerse una foto con Karma”, dijo Nydia Candelaria.
Javier Ocasio, del Caribe Kennel Club, llegó con tres Siberian Husky, y cuatro Borsoio o galgo ruso. Todos suyos que lo obedecían con los ojos cerrados.
“Los Siberian son rescatados porque antes me dedicaba a recogerlos, enseñarle a socializar y buscarles hogar”, señaló Ocasio.
Wanda Piñeiro, asistió al evento con su sato y uno de los cuatro galgos que tiene rescatados. Ella además mantiene una ruta de alimentación para perros callejeros.
Si algún ciudadano desea denunciar un caso de maltrato animal y o donaciones favor llamar al 787-403-9004.