Cuándo y cómo llevar los gatos al veterinario
Los felinos, al igual que los perros, necesitan los cuidados de estos profesionales.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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El Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico (CMVPR) y la marca de alimentos para mascotas Royal Canin se unen para concienciar sobre la importancia de llevar a los gatos al veterinarios, como parte de la celebración nacional de Agosto: Mes de llevar tu gato al veterinario.
“Existe el mito de que los gatos son de la calle y por tal razón no necesitan ir al veterinario”, acota Ana Vecchini, ejecutiva de mercadeo de Royal Canin Puerto Rico. “Los gatos domésticos necesitan tanto cuidado veterinario como los perros y pueden estar propensos a condiciones que hay que vigilar y cuidar”.
“Condiciones tales como la obstrucción urinaria y problemas renales son comunes en los gatos, y esta es una de las razones por las cuales los guardianes de gatos deben ser disciplinados en las visitas de sus gatos al veterinario y así prevenir complicaciones de salud. Además, es imperante que los gatos sean esterilizados”, dice Frances Piñero, presidenta del CMVPR.
Como parte de la campaña, se llevarán a cabo varios Facebook Lives los domingos de agosto con varios veterinarios locales especialistas en gatos, quienes orientarán sobre distintos aspectos de la salud de los felinos y contestarán las preguntas del público.
Una de las razones por las cuales las personas no llevan a sus gatos al veterinario podría ser que el viaje con el gato se puede tornar difícil, ya que la personalidad de esta especie es distinta a las de los perros y a muchos no les gusta que los saquen de su hábitat. El Dr. Armin Frehoff, veterinario gerente para México y Puerto Rico de comunicación científica de Royal Canin, da algunos consejos para que la visita al veterinario sea más placentera tanto para el gato como para su guardián.
Antes de la visita:
Los gatos siempre deben ir al veterinario en un bulto o kennel. Lo mejor es uno rígido cuya tapa se pueda quitar. Debe ser lo suficientemente largo como para que el gato quepa cómodamente y lo suficientemente ancho como para que pueda darse la vuelta. El bulto debe estar en en un lugar tranquilo de la casa como una parte más del mobiliario, con la puerta abierta y fija para que no pueda cerrarse de repente y asustar al gato al entrar o salir. Dentro debe haber una cama mullida o una toalla y un juguete que le guste mucho.
El día de la visita:
- Se debe meter al gato en el bulto con antelación y sin prisas, con un juguete y comida. Es ideal que no se meta a la fuerza.
- Avisar al centro veterinario sobre la visita.
- Cubrir el kennel o bulto con una toalla o manta.
- Evitar golpear el bulto con objetos o con nuestras piernas. Lo más recomendable es llevarlo en nuestros brazos y hablarle al gato con tranquilidad.
- En el carro, verificar que el bulto o kennel esté asegurado con el cinturón. Cuidado con el volumen de la música y otros sonidos.
En la sala de espera:
- No poner el bulto en el piso si hay perros, y mantenerlo cubierto.
De vuelta a la casa:
- Al llegar, llevarlo a una habitación oscura, colocar el bulto en el piso con la puerta abierta y dar tiempo al gato para salir.