Las mascotas pueden acompañarnos durante la cena navideña, formando parte del momento especial en familia. Sin embargo, no deben consumir los mismos alimentos que nosotros, ya que sus necesidades nutricionales y su capacidad para digerir ciertos ingredientes son diferentes. El alto contenido de grasas, condimentos y otros componentes comunes en nuestros platillos puede perjudicar su salud.

Aunque resulta tentador darles un poco de nuestra comida, el sistema digestivo de nuestros engreídos es muy diferente al nuestro, motivo por el cual, es fundamental entender qué alimentos son seguros para que también disfruten de una navidad sin riesgos.

“En el caso de los perros y gatos, pueden consumir alimentos caseros como dieta sancochada, verduras y frutas. Sin embargo, para las celebraciones navideñas, lo ideal es preparar un menú especial para ellos. Lo cierto es que no es necesario elaborar preparaciones complicadas o platos sofisticados, pues la dieta básica de perros y gatos debe contener entre un 60% y 70% de proteínas y un 30% a 40% de fibra proveniente de verduras o frutas. Con esta proporción en mente, podemos armar un plato sencillo y adecuado para ellos”, expresó Cecilia Padilla, médica veterinaria especializada en dermatología veterinaria y medicina felina y directora médica de la Veterinaria PetyLab a Hogar y Familia.

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Durante esta época, es fundamental evitar alimentos como chocolate, uvas, pasas, cebolla, ajo, nueces, alcohol y alimentos grasos. Estos ingredientes son tóxicos y pueden provocar desde problemas digestivos hasta afecciones graves como insuficiencia renal o daño neurológico.

¿Qué alimentos son seguros y adecuados para la cena navideña de las mascotas?

Proteínas como base de la dieta

Para los perros y gatos, que son carnívoros por naturaleza, las proteínas deben ser el componente principal de su dieta. Además, podemos aprovechar ciertos ingredientes de la comida familiar, como pavo, carne de res o cerdo, siempre que se preparen sin aderezos ni grasas añadidas. Por esta razón, es ideal separar una porción antes de condimentar los alimentos para nosotros y cocinarla hervida, al vapor o al horno.

Para su preparación podemos emplear algunos condimentos con propiedades nutricionales, como el comino, el hinojo, el tomillo, el romero y el orégano. No obstante, hierbas aromáticas como el culantro, la albahaca o el chincho deben evitarse, ya que pueden ser tóxicas para nuestras mascotas.

Verduras y frutas nutritivas

Aunque los carbohidratos no son esenciales en la dieta de nuestros fieles compañeros, ciertas verduras y frutas son una buena fuente de fibra y vitaminas. Según la médica veterinaria, entre las opciones más seguras se encuentran el brócoli, la zanahoria, el zapallo y el apio, preferiblemente cocidos y sin condimentos. También se puede incluir puré de manzana casero o trozos de manzana sin cáscara ni semillas.

Otras frutas como la papaya, la piña fresca en pequeñas cantidades, los arándanos y el durazno fresco son adecuadas, siempre evitando las versiones en conserva, ya que contienen azúcares y conservantes dañinos. En el caso de los perros de razas con digestión lenta, como los bulldogs o los pugs, las frutas deben ofrecerse en porciones pequeñas para evitar molestias digestivas.

Snacks saludables

Si no se ha preparado un plato completo para las mascotas o ya han comido en su horario habitual, los snacks caseros son una opción ideal. Una de las recetas más sencillas y nutritivas para perros es la gelatina casera de patas de pollo, ya que es una excelente fuente de colágeno, que beneficia las articulaciones y la piel de nuestras mascotas. Como explicó la doctora Padilla, este snack se elabora hirviendo de cuatro a seis patas de pollo y una vez que están cocidas, se licúan y se cuelan para eliminar posibles fragmentos de hueso. El líquido resultante se coloca en moldes pequeños o en un recipiente grande en la refrigeradora hasta que se solidifique. Para enriquecer la gelatina, se pueden añadir arándanos frescos, pequeños trozos de carne magra sancochada o verduras, como brócoli o zanahorias cocidas.

Otra opción práctica y sabrosa tanto para perros como gatos son los snacks horneados con vísceras y carnes, como hígado, mollejas, corazones y pechuga de pollo o incluso pequeñas porciones de carne magra de res. Estas piezas deben ser sancochadas o ligeramente cocinadas antes de colocarlas en una bandeja de horno cubierta con papel aluminio. Para darles un toque especial, se pueden sazonar con hierbas aptas para ellos, como el tomillo, el romero o un toque de cúrcuma, que tiene propiedades antiinflamatorias.

Aunque sea navidad, es importante evitar sobrealimentar a las mascotas, pues un exceso de comida puede causar problemas digestivos, como vómitos, diarrea o indigestión.

“Este tipo de snacks son una alternativa saludable a las carnazas comerciales, que a menudo contienen sustancias químicas perjudiciales, como ácidos clorhídrico o sulfhídrico e incluso compuestos cancerígenos como la tartrazina”.

Los no, no

Alimentos aderezados

Es importante evitar ofrecerles carnes o verduras que hayan sido preparadas con aderezos y condimentos mezclados con cebolla. Aunque algunos condimentos como el comino son beneficiosos en pequeñas cantidades, al combinarlos con ingredientes picantes o muy condimentados, estos alimentos se vuelven perjudiciales. Básicamente, su consumo puede provocar vómitos, diarrea e irritación digestiva en perros y gatos. Asimismo, las cremas como la mayonesa, la mostaza o la tártara, que comúnmente acompañan nuestras ensaladas, también deben evitarse, ya que su composición es difícil de digerir y puede causar molestias gastrointestinales.

Chocolate

El chocolate, ya sea en taza o en barra, contiene una sustancia llamada teobromina, que es tóxica para las mascotas. Aunque pueda parecer inofensivo darles un pequeño trozo, incluso cantidades mínimas pueden generar intoxicación, afectando su sistema nervioso y cardiovascular. Es fundamental evitar cualquier producto que contenga cacao, ya sea chocolate con leche, cocoa o derivados, para proteger su salud.

Panetón

El panetón, aunque sea un símbolo navideño, es perjudicial para las mascotas. Este producto contiene harina, pasas, frutas confitadas y, en ocasiones, chocolate, todos ingredientes inapropiados para su dieta. Además, los perros y gatos no necesitan carbohidratos en su alimentación básica, por lo que ofrecerles pan, pasta u otros productos similares puede ocasionar problemas digestivos e incluso intoxicación.

Bebidas alcohólicas

El consumo de bebidas como vino, pisco, cerveza o incluso gaseosas también está totalmente contraindicado para las mascotas. Aunque algunos tutores puedan pensar que “les gusta” probar estas bebidas, es importante recordar que los perros son glotones por naturaleza y no siempre distinguen lo que es bueno para ellos. Estas bebidas pueden causar problemas digestivos severos, además de otros riesgos como deshidratación y desequilibrios metabólicos.

¿Cómo identificar si una mascota se intoxicó con la comida?

Los signos de intoxicación en una mascota no siempre son evidentes como convulsiones o vómitos continuos. De acuerdo a la directora médica de la Veterinaria PetyLab, las primeras señales a las que debemos estar atentos pueden ser más sutiles, como una diarrea esporádica durante la noche o al día siguiente, al igual que pueden presentarse erupciones cutáneas, enrojecimiento del hocico o del interior de las orejas o incluso un aumento en el rascado. Otro signo de alerta es el decaimiento, pues si la mascota parece adolorida, especialmente en el abdomen o en órganos como el hígado, puede aislarse y evitar interactuar con su entorno.

“Es fundamental actuar de inmediato. En casa, deberíamos tener siempre carbón activado. Existen versiones para uso humano y veterinario; estas últimas suelen incluir ingredientes adicionales como pectina o kaolín, que ayudan a absorber los tóxicos del tracto digestivo y eliminarlos a través de las heces. Si sabes que tu mascota ha ingerido algo tóxico, pero aún no presenta síntomas como vómitos o diarrea, es indispensable preparar el carbón activado lo antes posible. Es importante tener en cuenta que, si bien puede ayudar a minimizar los efectos de la intoxicación, no garantiza una solución definitiva, especialmente si han pasado varias horas desde la ingestión. Además, algunas intoxicaciones requieren atención veterinaria inmediata, incluyendo lavados gástricos y fluidoterapia (suero o soluciones intravenosas). Por eso, es crucial tener el contacto de un veterinario de confianza o una clínica 24 horas a la mano para garantizar la salud de nuestras mascotas”, recalcó la experta.