Cuando en el 2014 se difundieron por las redes sociales unas imágenes que presentaban una máquina de reciclar latas y botellas que, a cambio, dispensaba comida y permitía depositar agua para animales realengos, los amantes y defensores de mascotas en la Isla clamaron ilusionados: “¡Si en Puerto Rico existiera algo así!”.

Pues, esa ilusión es ahora una sólida realidad gracias a la humanitaria colaboración del espacio público de Bahía Urbana y JIRAH General Contractors & Consulting, Inc., una firma local que adquirió las licencias y derechos de distribución de las ingeniosas máquinas para toda América y el Caribe, empezando por Puerto Rico. De hecho, en cuanto el proyecto se le presentó a Linnette Isona, gerente general de Bahía Urbana, esta aprobó el plan piloto de inmediato porque, en su opinión, “no podemos vivir ignorando la responsabilidad de cuidar a los animales y cuidar el medioambiente, reciclando”.

Liz Howell, científica ambiental y Presidente de JIRAH, añade que Pugedon ayuda a mantener las calles y los sistemas pluviales y de alcantarillado más limpios porque, entre otras cosas, fomenta que la ciudadanía se siga adaptando a la costumbre del reciclaje.

Las máquinas en cuestión se conocen como cabinas Pugedon y operan con un mecanismo solar cuya función principal es la de almacenar material reciclable. Latas de aluminio y botellas de agua plásticas PET (politereftalato de etileno) se insertan vacías por un orificio y, por otro, se dispensa comida seca, que cae en un receptáculo especial al alcance de las mascotas desamparadas que deambulan por las calles de nuestro país. Además, antes de reciclar las botellas plásticas, si estas contienen agua, las personas pueden verterla en un recipiente al lado del de la comida para que los animales puedan beber.

Cabe señalar que el concepto se originó en Turquía donde, en la ciudad de Estambul, específicamente –que tiene unos 5,343 kilómetros cuadrados de extensión y donde residen unos 14 millones de habitantes– hay menos perros realengos (se calculan alrededor de 150,000) que en todo Puerto Rico. Nuestra isla mide 9,104 kilómetros cuadrados y aquí vivimos poco más de tres millones y medio de personas… pero se piensa que la población de perros y gatos realengos asciende ya a los 300,000.

Como, por lo que se vislumbra, este problema de sobrepoblación animal no se va a resolver de la noche a la mañana (la mayoría de los puertorriqueños no esterilizan a sus mascotas), lo propio es adoptar una postura piadosa y de responsabilidad social: en lo que logramos controlar los números de perros y gatos realengos, lo menos que podemos hacer es proveerles comida para que no mueran una muerte lenta y cruel, sedientos y hambrientos.

Higiénico y seguro

Durante la reciente presentación de las primeras cabinas Pugedon en la Isla, se informó que el alimento que estos aparatos almacenan y dispensan es costeado mediante las propias ganancias de los materiales reciclados en las cabinas y/o con la colaboración de auspiciadores. Se explicó, además, que la comida está debidamente almacenada en un contenedor sellado dentro de la máquina, lo que la conserva por mucho tiempo sin riesgo de dañarse. También, se siguen  las instrucciones de fecha de expiración de los alimentos, según indicaciones del manufacturero, para garantizar su frescura y calidad. Para completar, las máquinas tienen una compuerta especial a la cual no puede accederse desde afuera, lo que elimina la posibilidad de contaminación por ratones, mangostas o insectos. 

El espacio de Bahía Urbana se eligió como el pionero en la Isla para ubicar las primera dos cabinas Pugedon porque, desde su conceptualización, fue diseñado como un parque abierto para el disfrute de toda la familia, incluyendo las mascotas. Sin embargo, las proyecciones son que estas máquinas se puedan instalar en distintos municipios de la Isla. Lo ideal es que estos apoyen y sean parte activa de este movimiento, por lo que ya se les ha hecho el acercamiento a varios. De otra parte, aunque ya Hugo Neu Américas y Coca Cola PR Bottlers son auspiciadores del proyecto, próximamente esperan respuesta de varias compañías distribuidoras de alimento para mascotas.

Para la seguridad y protección de humanos y animalitos por igual, también se informó que Bahía Urbana cuenta con vigilancia privada 24-7, además del apoyo de la Policía Estatal y Municipal. De modo que, de surgir alguna situación indebida con las mascotas –abandono, maltrato, etc.–, se tomaran las medidas necesarias con las autoridades pertinentes.