Los fuegos artificiales pueden ser un entretenimiento para nosotros, pero un terror para muchos perros que reaccionan  de forma moderada o exagerada.

Cuando se trata de reacciones moderadas, se percibe salivación, caminan con cierto grado de ansiedad, ladran mucho o se esconden. En casos más extremos, se trata de una fobia.  El cuerpo  produce muchos químicos,  como el  cortisol, el cual produce un estado mental muy alterado. Las pupilas se dilatan, los niveles de azúcar suben,  el perro trata de escaparse, destruye cosas en la casa, brinca verjas, se escapa. Su estado mental, hace que quiera escapar del ruido y emprende una carrera sin rumbo y sin internalizar la ruta que está tomando. Así se pierde y, quizás, jamás regrese a la casa. Peor aún, puede tener un accidente que le cueste la vida.

Es importante que los perros con esta condición tengan su collar con una identificación (teléfono y nombre del dueño) y que también tenga un chip debajo de la piel por si se pierde el collar. 

Para mitigar la reacción del miedo o fobia a los petardos, el dueño tiene que tener control del perro y su área. El perro no puede estar suelto en el patio. Debe estar en un cuarto con pocas ventanas y, si es posible, ponerlo en un kennel, con sábanas o ropa del dueño. También existe una camiseta llamada  thunder shirt la cual aprieta el cuerpo del perro y lo tranquiliza. Tiene el mismo efecto tranquilizante que tiene un buen abrazo, sobre una persona que esta emocionalmente alterada.

Para casos más severos, se  utilizan medicamentos como píldoras que lo sedan, ansiolíticos o antidepresivos. Antes de hacerlo,  se requiere examinar a la mascota ya que si hay problemas con el funcionamiento de alguno de los órganos internos, hay que escoger cuál de los medicamentos le resultará más beneficioso. También, hay alternativas naturales que se pueden utilizar.

Existen terapias de modificación de comportamiento que están basadas en dar estímulos positivos como premios de comida, juguetes favoritos, o interacción social para que se acostumbre al ruido. Esto se hace bajo un protocolo establecido por el veterinario que trabaja casos de comportamiento.

Si el perro está ansioso hay que utilizar métodos de distracción para que baje la ansiedad. Si lo premias mientras está ansioso, en vez de ayudarlo, le empeoras la reacción al miedo.

Cuidemos a nuestras mascotas esta noche y siempre.

(El autor, Carlos Rivera Casanova, DVM ,  es veterinario con práctica en Manatí Veterinary Clinic)