La esterilización de mascotas es considerada un acto de responsabilidad que ayuda a mantener el control de la natalidad de los animales y contribuye a disminuir el abandono. En general, este procedimiento aporta a la salud y bienestar emocional, físico y hormonal de los animales.

La esterilización se realiza mediante un procedimiento quirúrgico en el que se impide la función de los órganos reproductores. En el caso de los machos consiste en la eliminación de los testículos, mientras que en el caso de las hembras consiste en la eliminación de los ovarios y el útero.

En el caso de las hembras elimina también la posibilidad de contraer cáncer ovárico y uterino, elimina la posibilidad de tener una infección uterina, previene la posibilidad del cáncer mamario, reduce el sangrado vaginal y la producción de feromonas. En el caso de los machos evita las fugas, la necesidad de marcar territorio y la agresividad, reduce la posibilidad de inflamación de la próstata, hernias anales, y elimina la posibilidad de los tumores testiculares, entre otros.

El momento apropiado para esterilizar la mascota dependerá de factores como su especie, raza, género y su estado de salud. En el caso de las hembras, lo más recomendado sería esterilizar a las hembras antes de su primer celo. Ambos procedimientos son rutinarios y ambulatorios, aunque el veterinario deberá constatar que la mascota se encuentra apta para la intervención.

Luego de un procedimiento de esterilización, el médico veterinario puede prescribir medicamentos tales como analgésicos, antiinflamatorios, entre otros. Se recomienda evitar que la mascota corra, brinque o juegue de manera brusca durante un periodo de dos semanas.

Para más información, puede llamar al Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico al 787-520-0237 o acceder www.facebook.com/CMVPR.