El dolor agudo que representa perder una mascota se agrava cuando sus dueños tienen que despedirse de prisa de ese compañero por los pasados años, ya sea en una oficina de veterinario,  o si lo encuentra  sin vida y no sabe cómo disponer de su cuerpo.

Como amantes de los animales esa situación motivó a Juan José Crespo y a su hijo, quien lleva el mismo nombre, a abrir Cremaciones del Este, cuyo lema es “por siempre amigos”, donde las personas podrán realizar un velorio y cremar a sus mascotas.

“Somos grandes amantes de los animales, en especial de los perros. Las mascotas son grandes amigos de nosotros y en el caso de muchas personas son el único amigo o amiga que tienen. Como son parte de la familia, igual que cuando se muere cualquier miembro de la familia, uno le da, con todo respeto, su funeral a este otro miembro”, aseguró Crespo padre.

Ubicado en Carolina, el crematorio cuenta con una sala en donde las personas podrán velar a su mascota, que puede ser perro, gato, iguana, hamster o ave, entre otros.

Crespo asegura que generalmente cuando una mascota muere, la situación es más dolorosa porque el propietario recibe la noticia en una clínica veterinaria y tiene que despedirse allí de ella. En el caso de cuando muere en la casa tienen que buscar un lugar donde enterrarlo o ver qué van hacer con sus restos.

“Después de tener 10 años, al perrito lo dejan en el veterinario. No pueden tener ese cierre. Aquí pueden hacerlo y tratarlo como un familiar. Pueden entregar a su mascota y luego reciben sus cenizas. Es lo mismo que se hiciera con un familiar de uno, uno no deja a un familiar tirado y firma un papel para que se encarguen del cuerpo”, destacó Crespo.

Las personas que decidan realizar el velorio en el Crematorio del Este entregarán a sus perros, y el personal procederá a cremar el cuerpo. 

Dependiendo del tamaño de la mascota, el procedimiento toma una media hora  como mínimo. Al culminar las cenizas se echan en una caja de plástico, pero también hay urnas disponibles.

“Si las personas lo prefieren podemos recoger a la mascota en el hogar o en la clínica veterinaria. Luego le devolvemos las cenizas al hogar”, afirmó Crespo hijo, quien estudió técnico de veterinaria.

Los Crespo creen fervientemente en que las mascotas se merecen un funeral digno y recuerdan un cuento anónimo que establece que son ellas quienes esperarán a sus amos cuando mueren.

“El cuento establece que cuando los perros mueren esperan a sus dueños en un arcoiris. Y cuando los dueños mueren los perros los están esperando y  cruzan juntos el puente de la vida hacia la muerte. Para nosotros representa la familia y la amistad”, aseguró Crespo hijo.