La simple variación de un aminoácido en un gen es la responsable de que las personas encuentren agradable un olor y que a otras no les guste. 

Según investigadores de la Universidad de Duke (EE.UU.) hay casi un millón de variaciones sobre los 400 receptores olfativos, por lo que todo el mundo huele un aroma distinto aunque provenga de la misma fuente.

"Los receptores no funcionan de la misma manera en todos nosotros", dijo al diario ABC Hiroaki Matsunami, profesor asociado de genética molecular y microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke. "De hecho, al comparar los receptores en dos personas cualesquiera, se comprueba que alrededor del 30% es diferente", añadió.