Cinthia Lorraine Tirado Costacamps se refugió en la técnica del macramé para sobrellevar la pérdida de su esposo y el encierro ocasionado por la pandemia del COVID-19, sin pensar que su pasatiempo se transformaría en la manera de generar un ingreso adicional para su hogar.

Fue para el 2020 que la educadora en salud pública, oriunda del barrio Broadway de Mayagüez, rescató el oficio artesanal que aprendió a sus 16 años, en medio de una de las experiencias más difíciles en su vida, sobre todo al tener que mantenerse en pie para criar a su pequeño retoño.

¨Yo aprendí macramé a los 16 años con una amiga en la sala de su casa. Pero a pesar de que me gustaba no lo veía como algo formal para mi vida, así que me fui a estudiar un bachillerato en sicología y después, en la búsqueda de algo diferente, encontré la educación en salud¨, mencionó la egresada del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.

¨Pero en enero del 2020 fallece mi esposo, luego viene la pandemia. Eso fue un choque emocional. En diciembre de 2020 me dije, caramba, a mí me gustaba esto del macramé y me gustaría volver. Ahí comencé a practicar porque hay cosas que uno debe repasar nuevamente, ir atrás y volver¨, contó la fémina de 34 años.

Fue entonces que de la tristeza nació la creatividad al reencontrarse con un viejo pasatiempo que en un principio le ayudó a relajar su mente.

¨Yo quise dedicarme a hacer esto. Primero lo hice para distraer mi mente, relajarme, tener este espacio, un pasatiempo. Sin embargo, de un hobby lo quise hacer mi negocio¨, confesó la artesana certificada en el renglón del macramé.

¨Comencé haciendo pulseritas y a mostrarlas entre la familia y amistades. Ahí es que mi hermano me decía: ´Cinthia, anímate y hazlo. Publica tu página’ ¨, destacó sobre el nacimiento de su negocio virtual.

Se trata de Just Macramé PR, un espacio online en el cual Tirado Costacamps comparte sus creaciones, entre estas, pulseras, pantallas y collares.

¨Empecé haciendo accesorios sencillos, pero ahora voy más allá, hago accesorios del diario, así como piezas para decoración, entre estos, tapices, posters y colgantes para plantas. De hecho, también hago los macramés que se usan para el pelo, toda esa variedad y muchas cosas que trabajo que son personalizadas¨, expresó.

¨Con el macramé se pueden hacer muchísimas cosas. Es tu creatividad lo que necesitas. Dentro de lo que uno puede hacer, por ejemplo, están los colgantes para plantas, que usualmente son de una sola planta, pero tuve una señora que me pidió un colgante para cuatro tiestos y me atreví a hacerlo¨, expuso.

Entretanto, destacó que en la elaboración de sus piezas, lo único que necesita es calcular cuánto hilo utilizará en cada obra.

¨Primero hago como un diseño para tener una idea y de cuánto hilo necesito. Ahí voy creando algo personalizado, según lo que la persona tenía en su mente. Una vez hice un colgante para cama de gato que son de las piezas más grandes que he hecho¨, señaló.

“En otra ocasión, una amiga me pidió que le remodelara unas sillas de balcón. Eso fue una aventura, estuve como tres meses, pero todo es posible. Es cuestión de tener la creatividad de cómo hacer esos nudos para que se proyecte¨, agregó.

Sobre el macramé

De acuerdo con Cinthia Lorraine, “el término macramé proviene de la palabra makrama en el idioma turco y significa nudos¨.

¨Aunque la historia señala que esos nudos existen desde antes de Cristo, se dio a conocer mucho más en el siglo 13 por los árabes, que lo usaban para sus textiles. En Puerto Rico esta técnica lleva muchísimos años, pues sabemos que nuestras abuelas lo hacían como colgantes para plantas que es lo más que se conoce¨, subrayó.

¨Ahora está el macramé moderno porque lo que era solo para plantas, ahora lo han traído para decorar en el hogar y en prendas de ropa que eso tiene sus detalles complejos. En la actualidad, el macramé se ha expandido¨, insistió.

Entre los hilos que utiliza para sus trabajos está el algodón, cáñamo y nilón.

“Dependiendo de la pieza que se quiera crear es el hilo que se va a usar. Hay un hilo que se llama trapillo que se usa para las prendas de vestir. Pero cualquier hilo se puede utilizar, porque fuera de eso, lo que necesitamos son las manos para hacer los nudos¨, afirmó al mencionar que ya brindó su primer taller con el propósito de que otras personas puedan experimentar los beneficios de este renglón artesanal.

Para Cinthia Lorraine, ¨la experiencia ha sido fascinante. Más allá de que es mi negocio, me ayuda a relajarme, a tener ese espacio para mí. Además de que me ayuda a concentrarme¨.

Para detalles: justmacramepr.com.