Ya sean víctimas o victimarias, las divorciadas tienen que lidiar con ciertas etiquetas ante la sociedad.

De forma caricaturesca, Ángela Meyer, Noelia Crespo, Gricel Mamery, Deddie Romero, Gisselle Ortiz, Daniela Droz y Shalimar Rivera interpretan varios prototipos de mujeres que han enfrentado divorcios en diferentes situaciones en la obra 1era Convención de Divorciadas, que se presentará a partir del 13 de febrero, en San Juan, Mayagüez, Humacao y Ponce.

Pero en la vida real todas las actrices, excepto Shalimar, quien aún no se ha casado, se han divorciado, por lo que saben bien lo duro que es pasar por ese proceso. 

“Creo que el divorcio por cualquier causa es doloroso, es un duelo y una muerte. Creo que ni nosotras mismas nos damos cuenta de cuán poderoso es el amor hasta que nos pega fuerte. Creo que es lo más importante de la vida, porque nosotras somos profesionales, trabajamos, o lo que sea cada cual, pero el amor siempre tiene que estar en nuestras vidas. Eso es inevitable. Cada uno tiene que tener su amor. Y eso de que yo puedo vivir sola, bien, yo puedo vivir sola un tiempo, pero siempre te va a hacer falta una compañía, con quién hablar, con quién compartir y es necesario”, afirmó Gricel, quien el año pasado se divorció de Eugenio “Geño” Piñeiro después de 18 años de matrimonio.

Shalimar y otras de sus compañeras consideran que las mujeres hoy día aguantan mucho menos un matrimonio mal llevado, que quizá lo que resistieron mujeres de generaciones anteriores porque dependían más económicamente de sus esposos, y también la presión social era mayor. 

“Es generacional”, opinó Noelia. Con mi generación nosotros nacimos en la época de la cosa permanente. Los gobiernos, los trabajos, las cosas se reciclaban. Esta gente, que es un poquito más joven que yo, nacieron en la época del next; ni los trabajos, ni las relaciones. Eso es lo que han vivido”, enfatizó la actriz, quien en la obra hace  de “Yesenia”, una mujer que le resuelve todo al marido y hasta se echa la culpa del divorcio.

Aunque en muchos casos las parejas deciden continuar el matrimonio por los hijos, hay muchas mujeres que no están dispuestas a seguir en una relación que no tiene futuro. Lo hacen,  precisamente, por el bien de todos.

“Amo el concepto de familia”, aseguró Daniela. “Pero, por ejemplo, ahora mismo si mi relación no funcionó con el padre de mi hijo, yo no voy a soportar lo que a lo mejor una mujer de otra época hubiese soportado. Soy una profesional, así que digo vamos pa’ lante. Pero lo ideal hubiese sido, y lo que hubiese anhelado siempre, es que el padre hubiese estado allí. Me crié así, me crié con mi mamá y mi papá que aún están casados. Vengo de un entorno familiar muy sólido, pero, pues, en los tiempos en que estamos viviendo no todo el mundo siente el mismo compromiso”, aseguró la artista, quien tiene un hijo de dos años con el exponente del género urbano Ken Y, con quien asegura mantiene una relación de respeto.

Las actrices concuerdan en que toda causa de divorcio es dolorosa. 

Sin embargo, Noelia y Gricel señalan la infidelidad como la que más afecta, pues se trata de una traición y es una situación inesperada.

Gisselle, por su parte, considera que eso es relativo porque hay mujeres que están dispuestas a perdonar a sus parejas si les son infieles, pero no les toleran otras cosas.

“Creo que pueden haber personas a las que la infidelidad no les duele tanto como que les confiesen que ya no las aman. El hecho de que no te amen no quiere decir que tienen una tercera persona, pero hay gente que les son infieles y los pueden perdonar 20 veces y ni les importa porque están en una relación tóxica, donde quizá es por conveniencia. Pero cuando amas a la persona, por supuesto que debe ser devastador una infidelidad. Pero igual creo que si estás enamorada de una persona y un día te confiesa que ya no se siente igual, que ya no te ama, aunque no tenga otra persona debe ser muy doloroso”, aseguró la cantante.

Si bien el divorcio es doloroso, las actrices también reconocen que es la mejor alternativa a continuar en una relación sin futuro, en la que  ninguna de las dos partes es feliz y más es el daño que se hacen, que el bien.

“El divorcio también puede ser liberador, porque te puedes ir dando cuenta dentro de la relación que el matrimonio se acabó, y cuando terminas en divorcio, pues es liberador porque terminaste con una cosa que no estaba funcionando. Mis padres estuvieron 66 años casados hasta que mi papá murió. Yo estuve 20 años casada y después de 20 años la gente me dice: ‘Pero, ¿por qué te divorciaste? Bromeando le digo a la gente: ‘Yo me divorcié para poder seguir queriéndolo’, Porque él es el padre de mis hijos y entendí que ya se había terminado y había que poner tierra de por medio. Nos divorciamos en las mejores y somos amigos. La gente se divorcia de manera contenciosa porque espera estar tirándose los trastos por la cabeza. Tienes que saber cuándo el divorcio psicológico se dio, y entonces se tiene que dar el divorcio legal para que pueda existir una relación de respeto”, relató Noelia.

Las situaciones que rodean a la pareja también hacen que el proceso sea más o menos duro, explica Daniela.

“No todo el mundo lo va a sentir igual. En un momento de mi vida que me divorcié me sentía muy feliz porque concluí con algo que no me hacía sentir feliz. Pero cuando piensas que todo anda bien y de repente ocurre algo, pues obviamente te va a doler más. Ahora, la costumbre es más fuerte que el amor, siempre te va a dar un poquito de nostalgia, pero un dolor como tal, a mí no me dio. Todo depende de la situación que se esté dando en ese momento”, añadió Droz, quien se divorció del modelo Tino Delgado  en el  2007.

Marcadas 

Otro dato que destacan las actrices es la manera en que las divorciadas son vistas hoy día, pues dista mucho de la presión y el desprecio que tuvieron que enfrentar mujeres en décadas pasadas.

“Hace años  ser divorciada era sinónimo de ser prostituta”, afirmó Ángela. “Estoy hablando de hace 50 años. Me acuerdo que siendo niña nos decían: ‘No se junten con esa mujer, que es divorciada’.  Eso me impresionaba mucho. Pienso que eso ha cambiado y ahora mismo el que seas casada o divorciada no cambia, lo que pasa es que psicológicamente a muchas mujeres el ser divorciadas les da licencia para algunas cosas. Para jugar a la mártir, otra a ver cómo le saca el dinero al ex marido y de todos esos prototipos de que son los mitos de las divorciadas, es lo que vamos a presentar en la obra”, añadió.

De lo que no se escapan las divorciadas es de los comentarios de la gente, que en ocasiones por el afán de consolar terminan incomodando a la persona. 

Tiene sus ventajas

“No hay una cosa que más a mí me moleste que me escojan novio y que me quieran presentar”, expresó Gricel. “¡No me presenten a nadie! Eso se da porque se da, en un momento estás caminando, te miras con alguien, se da la química y te gusta. También me pasó que en todo el proceso bajé mucho de peso y la gente: ‘¡Nena, te estás muriendo!’. O empiezan a decir cosas que no vienen al caso. Es un cambio de vida”, enfatizó.

Quedarse en el dolor y el sufrimiento o verlo como una oportunidad para rehacer su vida son las dos salidas que los expertos aseguran se tienen luego de pasar por un divorcio.

Si se intenta buscar el lado positivo, hay ventajas de poder rehacer tu vida.

“No tienes que estar rindiéndole cuentas a nadie”, mencionó Deddie. “Haces lo que quieras, tienes tu tiempo disponible. Si quieres ir al cine a ver una película tal, no tienes que estar preguntándole: ‘¿Cuál película quieres ver?’ ‘ ¿A dónde quieres ir a comer?’ ‘ ¿Quieres ir a tal sitio?’. Porque cuando estás con alguien tienes que estar contando con esa persona”, destacó la artista.