Por un verbo sin tabúes
Ana Castillo inspira a niñas y jóvenes a crecer seguras de sí.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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La vibra positiva que emana Ana Castillo es contagiosa.
Es la que se respira en el blog y podcast de esta joven mujer quien es periodista de formación: Con el verbo en la piel.
En el mismo se tratan temas de erotismo, sexualidad femenina y empoderamiento.
¿Cómo surge el nombre de tu proyecto?
Por un tatuaje que tengo que, justamente, dice verbo. Así que literalmente ando con el verbo en la piel.
En tu blog y podcast tocas los temas de erotismo, sexualidad femenina y empoderamiento. ¿Por qué esos temas y por qué ese orden?
No tiene una razón particular para ser así. Pero qué bueno que está así. La razón detrás de los temas de erotismo, sexualidad femenina y empoderamiento es porque yo vengo de una familia bien conservadora. Soy producto de una madre soltera que siempre me decía que tuviese mucho cuidado con el sexo. Que tenía que llegar virgen al matrimonio, ese discurso bien a la antigua. El yo no conocerme significa que mi autoestima no está bien pues yo no sabía quién yo era. No es hasta que decido empoderarme, y decir, “ok, esto es lo que yo quiero hacer, esto es lo que yo creo”, que yo me doy contra el piso y digo, “ok, Ana, esta es tu nueva realidad y esto es lo que tienes que hacer”. Una de las cosas que yo quiero con este blog es poder darle a mujeres y niñas herramientas para que no crezcan con las mismas inseguridades con las que yo crecí.
¿Crees que esas inseguridades son universales?
Definitivamente pienso que se necesita hablar más del tema. Hay que tocarlo. Es importante porque uno crece con unas ideas que no son reales; con lo que has visto en televisión, o lo que te han contado, o lo que se proyecta en el porno también, que no es una idea real.
¿Cuántas niñas y mujeres acceden a tener una relación sexual sin verdaderamente querer hacerlo porque se sienten obligadas a satisfacer o complacer? Son demasiadas y eso no es así. Esa es muy tuya. También pasa con aquellas mujeres que tienen una vida sexual más abierta. Se juzga por todos lados.
¿Cómo ha sido la experiencia de llevar este tipo de mensaje a comunidades?
Muy chévere y muy interesante. Recientemente visité una escuela para dar un taller que no tenía nada que ver con sexualidad, pero ya las nenas de la escuela me seguían en la página y cuando yo llego allí tengo un club de fans. Me quedé como ¿de dónde me conocen? Son como muy pequeñas. Pero a la misma vez, qué bueno porque yo sé que a esas edades es que están despertando el interés sexual.
Entonces, ha sido bien interesante esa conversación con las chicas porque al finalizar el taller ellas me dicen: “Nos gustaría que nos visitaras en la escuela y habláramos de tu trabajo. De tu proyecto”. Así que las nenas se están organizando para hacer un club de chicas feministas, porque ellas están superclaras de todo, y quieren que yo vaya allí y les hable. Ellas están superdespiertas, con una conciencia brutal. Eso me encanta porque, aunque yo me crié con un discurso religioso muy fuerte, al mismo tiempo mi mamá me decía: “Tienes que ser una mujer independiente, no puedes depender de nadie, tienes que estudiar”. Mi mamá fue líder revolucionaria en su país. Creo que un poco de ahí surge el yo querer ir en contra, hasta cierto punto, de la corriente. Eso lo heredé de ella.
¿Qué te inspira a alzar la voz?
La posibilidad de ayudar a mujeres a ser lo más libres y plenas posible. Esto es un movimiento para re-educarnos a nosotras mismas.
Pueden encontrar el blog de Ana en www.verboypiel.com. El podcast Con el verbo en la piel lo pueden conseguir en las plataformas de Spotify, iTunes y Apple Podcasts. En Instagram @verboypiel y en Facebook ‘Con el verbo en la piel’.
(Las autoras son moderadoras del espacio Alzando la voz, que se transmite los sábados a las 8:00 p.m. por WKAQ580. También puedes escuchar los episodios en formato de podcast en las plataformas de Uphoria, iTunes y Apple Podcasts).