Nuevo examen de mama para detectar cáncer invasivo
Una nueva técnica para obtener imágenes estrenada en Mayo Clinic casi cuadruplica las tasas de detección de cáncer invasivo de mama en mujeres con tejido mamario denso.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Las imágenes moleculares de las mamas (MBI, por sus siglas en inglés) son una técnica suplementaria para la obtención de imágenes creada para descubrir tumores que, de otra manera, serían opacados en la mamografía por la densidad del tejido mamario circundante.
Los tumores y la densidad del tejido mamario aparecen de color blanco en la mamografía, lo que impide distinguir a un tumor del tejido de trasfondo en las mujeres con mamas densas. Alrededor del 50% de las mujeres sometidas a detección por la edad muestra tejido mamario denso, dice la doctora Deborah Rhodes, médico de la Clínica de Mama de Mayo Clinic y autora experta del estudio.
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El estudio revela que las imágenes moleculares de las mamas aumentaron la tasa de detección del cáncer invasivo de mama en más de 360%, cuando se las empleó después de realizar la mamografía de detección normal.
“El descubrimiento de que las imágenes moleculares de las mamas aumentan considerablemente las tasas de detección de cáncer invasivo en mamas densas, sin incrementar los resultados de falsos positivos de forma inaceptablemente alta, conlleva importantes implicaciones para tomar decisiones respecto a la detección del cáncer de mama, sobre todo porque ahora 20 estados exigen que las instalaciones que realizan mamografías notifiquen a las mujeres respecto a la densidad mamaria y fomenten la conversación sobre alternativas suplementarias de detección”, explica Rhodes.
Por su parte, el doctot Michael O’Connor, científico de Mayo Clinic e inventor de la tecnología de imágenes moleculares de las mamas, considera que este último estudio es un gran logro para este método de imágenes, tanto en seguridad como en eficiencia, debido en gran parte a las altas tasas de detección alcanzadas con baja exposición a la radiación.
El estudio se realizó gracias a un subsidio de la Fundación Susan G. Komen y un subsidio de los Clinical and Translational Science Awards (Premios a la ciencia clínica y traslacional, CTSA por sus siglas en inglés) del Centro Nacional para el Avance de las Ciencias Traslacionales (NCATS, por sus siglas en inglés), parte integrante de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).
Fuente: Mayo Clinic