Natalia Liriano comparte su terapia para el alma
La florista y planificadora de eventos habla de su concepto Flower Lab y su motivación para inspirar a otros más allá de las dificultades.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Transformar la adversidad en aprendizaje ha sido una de las filosofías por las que se rige la diseñadora y planificadora de eventos Natalia Liriano.
Con su ingenio creativo y actitud entusiasta ha ido cosechando numerosos logros en el camino. Pero también ha vivido momentos de dificultad a los que no les ha permitido impedir sus ganas de seguir emprendiendo.
En 17 años de carrera empresarial, la ilusión por expandir horizontes profesionales ha formado parte de su interés de crecimiento. Por eso, hace cerca de cuatro años que estableció el concepto Flower Lab, que realiza sin dejar de lado su negocio como coordinadora de eventos. A través de estas dinámicas, el público no solo ve en las flores una alternativa para explorar la creatividad, sino también, para promover sueños y levantar el ánimo.
“Siempre me han gustado las flores, pero fui descubriendo mi pasión a través de los años”, manifestó la empresaria dominicana, quien reside en Puerto Rico hace dos décadas. “Las flores te ayudan a relajarte, a bajar los niveles de estrés, y eso está demostrado. No es que lo diga yo, eso está científicamente comprobado”, sostuvo enfática quien ve en las flores “una terapia para el alma”.
Motivar a través de los talleres, que van más allá de solo enseñar a hacer arreglos, se ha convertido en uno de sus objetivos principales, tarea que ha disfrutado desde que decidió emprender.
“Para mí es importante lo que vamos dejando en el corazón de los otros”, destacó sobre su afán por impulsar metas y compartir experiencias de desarrollo a través de los dinámicos encuentros.
“Me gusta llevarles el mensaje de que las oportunidades están ahí. Tenemos que aprender a identificarlas”, expresó enfática la amante de las peonías. “Al final, me pone tan feliz ver cómo la gente sale animada, contenta, viendo que muchas veces las trabas te las pones tú mismo”, expuso, y repasó sus orígenes como coordinadora de eventos.
“Siempre fui empresaria, desde chiquita. Recuerdo que hacía los cumpleaños de muñeca de mis amigas”, dijo entre risas. “De adulta siempre quería trabajar por mi cuenta y empecé a bien temprana edad, y así se fueron dando las cosas, se abrieron caminos”, prosiguió la empresaria, quien ha colaborado voluntariamente como decoradora y planificadora de eventos con entidades sin fines de lucro como United Ways de Puerto Rico y Boys & Girls Club.
“Siempre ha sido cuesta arriba. En mi caso, no soy de aquí. No conocía gente. Tampoco tenía el dinero necesario, lo tradicional, que te recomiendan todas esas cosas de un presupuesto de seis meses cuando vas a emprender, que se supone que tú te prepares. En mi caso, empecé de cero”. Sin embargo, persistir la ha llevado a contar en su trayectoria con la planificación de decenas de bodas y galas empresariales.
Integrar su talento como florista en la planificación de eventos comenzó a formar parte de su dinámica de trabajo. “Buscando siempre opciones de cosas de vanguardia, de nuevas tendencias, decidí trabajar con lo que son las flores, y en los últimos diez años me especialicé”, compartió quien entre sus títulos incluye la certificación de florista de McQueen Floral School, en Londres, y cursos en Floral School Retreat, en Nueva York.
También, ha participado de congresos y seminarios de renombre internacional como Intrigued Experience Retreat, Spark Design, en Disney (Florida), y The Floral Source Retreat, en Alaska, entre otros.
Uno de los momentos de mayor desafío lo enfrentó a principios de 2021, con un diagnóstico de cáncer de seno.
“Honestamente, mi actitud siempre fue bien positiva y upgoing con ese tema. Nunca lo tomé como una tragedia”, recordó sobre el hallazgo.
“Siempre fue ‘hay que bregar con eso’. El día del diagnóstico, que se acercaba a (el día de) San Valentín, lo que le dije a la doctora fue ‘dele rápido a lo que me tenga que decir, porque yo tengo muchas flores para entregar’, y ella dice ‘te estoy diciendo que el diagnóstico de cáncer salió positivo’, y le dije ‘la estoy entendiendo, pero, ahora mismo, ¿qué podemos hacer? Ahora mismo es seguir adelante y tener un plan para bregar con esto. No hay más nada’”, recordó, y compartió que, como parte del tratamiento, se sometió a una mastectomía doble.
“Lo interpreté de una manera totalmente diferente a como tal vez otras personas lo interpretan. No me senté a llorar y esperar a que se resuelvan las cosas. Decidí que eso no era, y ese ha sido un mensaje que le he querido comenzar a llevar a la gente que tiene cáncer”, afirmó sobre su propuesta de evitar darse por vencida. “Mantenerme activa, trabajar con flores, apoyarme en que ningún punto es final ha sido lo que me ha ayudado en este proceso durante estos dos años”, destacó.
Por otro lado, es enfática en cuánto abraza la autoconfianza y el valor propio para servir motivando a quien atraviesa contratiempos.
“La mente lo domina todo. A veces uno está estancado, no por la situación, sino porque tu cabeza no sabe cómo salir de ahí”, estableció. “Tengo una fortaleza y una fuerza de voluntad que no sabía que tenía. Me doy terapia todos los días. Leo un libro de motivación, un par de páginas, escucho un podcast. Aprendo cosas nuevas para que mi ánimo no se baje. Son cosas que me ayudan todo el tiempo”, detalló, e insistió a quienes tienen anhelos a “que definan un plan, tengan objetivos claros, y vayan tras eso”.