Mujeres dieron la batalla en el movimiento “Ricky renuncia”
Una de las organizaciones fue la Colectiva Feminista en Construcción.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Era una voz que no podía estar ausente.
En julio del año pasado, diversas organizaciones feministas se unieron al reclamo de la renuncia del entonces gobernador, Ricardo Rosselló, por la indignación que provocaron las 889 páginas del controvertible chat de Telegram, que incluyó expresiones misóginas y sexistas, además de homofóbicas, de parte del mandatario y 11 allegados de su administración.
Llevar el reclamo fue imperativo para diversos sectores del País. La Colectiva Feminista en Construcción fue una de las que se apoderó de la causa para exigir la renuncia.
A un año del suceso, el orgullo por el resultado de las protestas y el rol de la mujer en esta lucha, que culminó con la dimisión del mandatario el 24 de julio, se refleja en Shariana Ferrer Núñez, una de las portavoces de la Colectiva Feminista en Construcción.
“Lo que fueron las convocatorias, las denuncias y el trabajo organizativo que se sostuvo en esos 15 días de protestas y movilizaciones que finalmente dieron el resultado de la renuncia de Ricardo Rosselló, fueron liderados en su mayoría por mujeres”, destacó Ferrer Núñez.
“Con el País ver el contenido del chat, el llamado a buscar justicia y lo que era moralmente correcto fue algo que nos interpela de una manera muy íntima, muy profunda. Despertó en el País una conciencia colectiva que no habíamos visto en los últimos años”, observó la activista.
“Incluso, hubo comentarios que hacen alusión al trabajo de la Colectiva Feminista en Construcción. Se nos nombró como las cinco gatas. Circularon una foto mía con la camisa de la colectiva”, repasó, y recordó el compromiso de rechazo que adoptaron desde el principio, y que incluyó cuando el 11 de julio se unieron al grupo de manifestantes en el aeropuerto Luis Muñoz Marín para recibir a Rosselló, luego de que cancelara sus vacaciones en Europa.
“Fue una de las primeras convocatorias que pone en contexto lo que van a ser las movilizaciones de ‘Ricky renuncia’”, rememoró.
“Esa exigencia no se da en el vacío. Tenemos que reconocer que los temas que se compartieron o que quedaron en evidencia en el chat, con comentarios sexistas, homofóbicos y transfóbicos, lo que hicieron fue reafirmar una cultura de violencia machista que trasciende el espacio de lo doméstico y las relaciones de pareja, o las relaciones interpersonales, y que también se reproducen desde lo institucional, lo gubernamental y la violencia de género. Es una que se reproduce por parte del Estado”, describió sobre el contenido de los mensajes.
Pero esa no fue la primera vez que la colectiva expresó reclamos al ejecutivo. En noviembre de 2018 miembros de la organización acamparon tres días frente a La Fortaleza con la exigencia de que se declarara un estado de emergencia en contra de la violencia de género.
“Fueron unos reclamos ignorados por el entonces gobernador, así que no nos sorprendió tanto que quedaran expresados comentarios sexistas como los que quedaron plasmados en el chat”.
El que una mujer esté a cargo de gobernar a Puerto Rico tras la renuncia de Rosselló, no es un avance suficiente.
“No basta con que la figura sea una mujer, sino que sea una persona que apoye las necesidades de la mujer”, afirmó enfática Ferrer Núñez, quien enumeró señalamientos hacia la mandataria Wanda Vázquez Garced.
“Varias organizaciones de mujeres ya habían señalado unas fallas en cuanto a su ejecución como Procuradora de las Mujeres, luego, como Secretaria de Justicia”, dijo.
“Estamos hablando de la agenda pública y política. Estamos hablando de generar cambios estructurales e institucionales para las cosas que queremos”, resaltó, y aclaró que la movilización a protestar llevó -y continúa llevando- una agenda de derechos humanos.
“Hablamos de demandas muy concretas, como el reconocimiento de derechos sexuales y reproductivos, hablamos de política pública y protocolos para erradicar la violencia de género y cómo esta se expresa y se reproduce por parte del estado, ya sea en el asunto salarial, en las dinámicas laborales de hostigamiento y acoso sexual”, mencionó como parte de los objetivos.
Llamado a educar
Si bien celebra cómo la voz femenina fue determinante en las protestas del movimiento ‘Ricky renuncia’, Ferrer Núñez entiende que falta recorrer un largo tramo para validar los derechos de la mujer.
“Reconocemos que las condiciones de precariedad a las que estamos sujetas en Puerto Rico requieren un mirar hacia adentro, requieren hacer el trabajo interno, pero también el trabajo hacia afuera”, reflexionó, y de vez, planteó que esta realidad, la de construir, inspiró el nombre de la organización. Para ese propósito, la educación resulta determinante.
“Históricamente, el movimiento feminista ha planteado la necesidad de educar desde una perspectiva de género, desde una educación que es basada en la equidad, en el respeto mutuo y en reconocimiento de que todo ser humano tiene derecho a la búsqueda de su libertad, individual y colectiva”, sostuvo. “Cuando pensamos en la crianza de niños, niñas y niñes, se requiere desaprender mucho de esta cultura machista, racista y clasista que se nos ha inculcado”, mencionó, y fue enfática en que esta responsabilidad no es exclusiva de la escuela.
“Todas las personas tenemos que ser partícipes en ese intercambio de conocimiento y de saber, que nos hagan entender y aspirar a una vida colectiva donde el bienestar de todas las personas importa”.