“Me gusta demostrarme de qué soy capaz”
Tras sufrir un accidente, Neslie Bernardi Ortiz le dio un giro a su vida para motivar a otras personas con diversidad funcional.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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BARRANQUITAS. Los recuerdos de su niñez siempre la llevan a una pista en la que se ve corriendo felizmente. No es algo raro, pues Neslie Bernardi Ortiz conoció el deporte a muy temprana edad, de la mano de su padre, un maestro de educación física que siempre la motivó a dar el máximo de sus capacidades.
A sus 18 años, Neslie ya se había certificado como instructora de acondicionamiento grupal. Su disciplina la llevó a ser becada por atletismo en la Universidad Central de Bayamón, donde llegó a ser medallista en salto largo y en la carrera de 100 metros en la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI), rompiendo marcas nacionales. Y al culminar sus estudios en educación física, decidió adentrarse al mundo del entrenamiento personal, mientras representa a la Isla en certámenes internacionales.
Pero en 2013, la vida de Neslie tomó un giro inesperado. Mientras entrenaba para una competencia, la máquina en la que se ejercitaba se rompió y cayó sobre ella, afectándole el cordón espinal a nivel T-12. El inusual y lamentable accidente la confinó a una silla de ruedas.
“Tuve dos pensamientos (cuando ocurrió el accidente). El primero, pues en ese momento me mantuve consiente, fue: ‘se chavó todo’. Después, cuando vi a mi papá llorando, pensé: ‘algún propósito tendrá Dios con todo esto’. Y eso mismo fue lo que le dije a mi familia antes de entrar a la sala de operaciones”, relató con una firmeza admirable.
“Después de eso fue pensar: ‘Mira pues ya, eso es borrón y cuenta nueva. Vamos a romper desde aquí, porque no voy a estar atormentándome con lo que pudo haber pasado’. Fue la manera como mejor manejé las cosas y así he seguido…”, agregó la entrenadora quien, mientras se recuperaba en el hospital redactó una propuesta para abrir un gimnasio en las facilidades de lo que fue el gimnasio municipal de Barranquitas, que estaban en desuso.
“El ejercicio es un medio para tú llevar una mejor calidad de vida y está demostrado, si no llega a ser por la constitución física que yo tenía, mi accidente hubiera sido mucho más grave y mi reincorporación a la vida independiente hubiera sido más complicada. La experiencia me ha ayudado a ser testimonio de que llevar una vida activa y saludable es beneficioso para tu calidad de vida”, agrega Neslie, cuya propuesta fue aprobada y hacen siete años abrió el gimnasio, al que llamó Limitless Performance & Fitness.
Esta admirable barranquiteña administra el negocio junto con su hermana, tras adquirir una certificación como Adaptive and Inclusive Fitness. Asimismo, hace seis meses Neslie, junto a su esposa, abrió otro gimnasio en Aibonito. Desde su nueva forma de vida, la pasión por el entrenamiento creció, por lo que además de entrenar a clientes regulares, comenzó a trabajar con personas de diversidad funcional.
En este tiempo, también ha logrado superar el temor de regresar a las competencias físicas, por lo que en 2019 decidió lanzarse e inscribirse en el WheelWOD Open en la categoría “adaptive” para atletas con diversidad funcional, celebrada en Miami, Florida. Debido a la pandemia del COVID-19 la final se llevó a cabo en septiembre de este año y Neslie ganó el segundo lugar a nivel mundial, lo que le devolvió la confianza para regresar con más fuerza a la pista.
“Esa confianza que sentía cuando estaba en la pista se había perdido un poco. Me costó, mucho más allá que otras cosas, me costó recuperarla. Siempre he dicho que soy una persona bien tímida, pero era otra persona en las competencias, como que me transformo y tengo mucha confianza en mí cuando estoy en ese ámbito. Es pasión, no puedo describirlo de otra manera”, puntualizó la mujer, quien compitió contra otras 40 atletas a nivel mundial en crossfit adaptado.
La próxima meta para Neslie es competir en el Wodapalooza en la categoría RX -de los pesos pesados- del 13 al 16 de enero próximo en Miami, Florida. Además, desea incursionar en atletismo en silla de ruedas, específicamente en el lanzamiento de jabalina.
“Por ahora estoy soltándome poco a poco a estar intentando otras cosas, porque uno tiende a quedarse en su zona de confort y hay que salir de ello para saber de qué somos capaces. Ya me atreví a tirarme a una competencia… No me limito. Me gusta probarme y demostrarme de qué soy capaz. Por eso le pusimos Limitless al gimnasio. Ahora es Neslie Bernardi, la que sigue adelante”, expresó quien recientemente fue reconocida por su pueblo durante el encendido navideño de Barranquitas.