Tender la mano para contribuir a mejorar vidas ha sido una práctica que Ivonne Rodríguez-Wiewall ha realizado desde sus años de escuela.

Ama practicar leyes y dedicar tiempo a su carrera como corredora de bienes raíces, pero ejercer como asesora ejecutiva de la organización humanitaria sin fines de lucro Direct Relief es uno de los compromisos que le recuerda cuánto valora crear una diferencia positiva en la sociedad.

“Es una bendición trabajar y tener la oportunidad de tocar vidas a través de Direct Relief, y ver cómo los esfuerzos pueden mejorar la vida de alguien”, manifestó la licenciada, quien trabaja para la entidad desde el desastre provocado tras el paso del huracán María en Puerto Rico en 2017.

“Hemos tenido un rol bien activo en estos últimos cuatro años. Nuestra misión es mejorar la calidad de salud de las personas que se ven afectadas por la pobreza o en casos de emergencia. En Puerto Rico, particularmente, lo que buscamos es facilitar el acceso a servicios de salud porque, no porque una persona no tenga la capacidad de pago, significa que los servicios de salud no deben ser de calidad. Para nosotros eso es bien importante”, enfatizó la asesora ejecutiva natural de San Juan, quien explicó que las ayudas se canalizan principalmente a través de clínicas de salud, socios de atención médica y el Departamento de Salud, entre otros.

Dentro de su labor, Rodríguez-Wiewall resalta que Direct Relief en Puerto Rico ha otorgado sobre $70 millones en medicamentos y suministros donados a centros de salud y hospitales, y $12 millones en subvenciones en efectivo a organizaciones sin fines de lucro locales para garantizar una respuesta inmediata que incluye equipos médicos o que sean esenciales para el funcionamiento de estos. “Buscamos mostrarles ese acceso (a la comunidad) y darles continuidad a los servicios, y ahí entonces es que nos enfocamos en las clínicas de salud primaria para ayudar a equiparlos”, sostuvo sobre la organización establecida en el 1948, y con operaciones que se extienden sobre 100 países, incluyendo Estados Unidos.

Al hablar de su conexión con la entidad, rememora que lo que empezó como una tarea para ayudar a la entidad a servir a la Isla durante la crisis por el huracán María, se extendió de manera formal pocos meses después. “Empecé a trabajar con ellos como voluntaria haciendo estudios y assessments (evaluaciones) de las necesidades de las comunidades, y poco a poco fue creciendo la relación. Ya para noviembre, diciembre de 2017, comenzamos a hablar con la farmacéutica AbbVie cuando nos hicieron la subvención de los $50 millones para fortalecer el sistema de salud en Puerto Rico. Ahí Direct Relief me contrató para poder liderar los esfuerzos de la organización en Puerto Rico y eso llevo haciendo por los pasados cuatro años y medio”.

Servir a la comunidad es un llamado que no es nuevo. “Desde que estaba en high school dedicaba tiempo de voluntariado en las escuelas públicas o en las organizaciones sin fines de lucro, como la entidad (Casa de Niños) Manuel Fernández Juncos, que iba y donaba mi tiempo a ayudar a los niños a estudiar”, afirmó la egresada de Boston College, donde estudió mercadeo y se especializó en sociología. “Estuve en Nueva York también un tiempo estudiando cómo correr organizaciones sin fines de lucro, y regresé a Puerto Rico en ese año para comenzar una organización que se llamaba Las Voces”, rememoró sobre la experiencia que se dio alrededor del año 2006. “En aquel momento lo que buscábamos era fortalecer la educación pública”, dijo la abogada, quien estudió Derecho en la Universidad de Puerto Rico. Eventualmente, cesó funciones de Las Voces por la falta de ayudas. “Ahí fue que decidí que me iba a enfocar en mi carrera como abogada, empecé a crear mi firma”, añadió la fundadora de IRW Law Office y IRW Concierge Services.

“Me encanta lo que hago. Me encanta tener la oportunidad de tener mi propio negocio, ver cómo ha estado creciendo estos pasados tres, cuatro años, es un orgullo”, dijo la madre de una adolescente de 17 años. “Es un área que cuando empecé era bien dominada por el hombre, porque lo que hago a nivel de firma legal es lo que es la planificación, y haber encontrado espacio, esta silla en la mesa, ha sido bien cuesta arriba”.

Pero los esfuerzos en todas las áreas que se ha propuesto le han enseñado el valor de trabajar en las metas. “Han sido muchas noches sin dormir. Han sido muchas horas que le he metido al trabajo, enfocándome en lo que estoy haciendo. Pero vale la pena. Al final uno ve el fruto, que cuando uno tiene una meta, un sueño, es creer en sí mismo y no darse por vencido”, reflexionó. “A veces vienen muchos ‘no’, pero cuando uno sigue adelante, de momento llega el ‘sí’ que uno estaba buscando y la oportunidad, y se abren puertas”.