Uno de los grandes aliados del maquillaje  es el iluminador. Este ayuda a que el maquillaje se vea  fresco y natural. El estilo es perfecto para los días y las noches de  verano cuando el maquillaje tiende a llevarse menos cargado. 

Según explica el experto en estilo y maquillaje, Johnny Torres, la forma de aplicar el iluminador dependerá siempre de la forma del rostro.  Como el  propósito principal del producto es darle luz y volumen a la   cara, se debe identificar el área que se quiere destacar y las áreas a disimular.

A continuación,  cómo este se debe aplicar.

Redonda

La idea es alargar el rostro, así que aplica el  iluminador  en la esquina de los párpados y el interior del ojo. Utilízalo en el contorno de los labios para iluminar tu sonrisa y en la manzana del pómulo, la nariz y la barbilla.   Ayuda a estilizar la cara el   “blush”, con tonos   tierra extendido hasta el centro del pómulo en forma de triángulo invertido. 

Ovalada

Utilizando la base de tu maquillaje del mismo tono de la piel, aplica el iluminador desde la mejilla hasta la sien.  Utiliza un tono más oscuro en el área de la barbilla y la frente. Difumina bien.

Cuadrada

Si la cara es cuadrada, la idea es afinar el rostro. Aplica el iluminador y rubor en forma triangular para marcar la zona de los pómulos. Ambos  empieza en la zona de la sien y terminan debajo de los pómulos.  

Triangular

Es recomendable que utilices el iluminador en la zona de la sien y de forma horizontal el rubor en los pómulos.

Maquillaje fresco y juvenil para los días de verano.

La clave del iluminador: Saber utilizarlo

El iluminador tiene su función como maquillaje. Solo hay que saber utilizarlo para sacarle el mejor provecho posible. Las casas cosméticas ofrecen una amplia gama de tonalidades para escoger. Johnny Torres, de Johnny Torres Salon, ofrece algunos datos importantes.

- El iluminador contiene  micropartículas reflectoras de luz que atrapan ópticamente los rayos luminosos.

- Puedes encontrar iluminadores  en varios tonos, texturas y formatos, y cada uno de ellos está pensado para crear un efecto distinto y para aplicar sobre un tono de piel diferente.

- No todos los colores de los iluminadores  tienen la misma tonalidad. Los más comunes son los blancos o en la gama de claros, que sirven especialmente para conseguir que pasen inadvertidos y “rellenar” las zonas hundidas.

- Son  productos  ricos en pigmentos, por lo que se necesita una mínima cantidad para notar su efecto en la piel. Si usas demasiado, provocas una acumulación del producto en las líneas de expresión que tienes más marcadas, lo que evidentemente provoca el efecto contrario a lo que quieres conseguir. 

- Son  cosméticos  pensados para destacar y hacer más dulce la imagen. Este  efecto se consigue aplicando pequeños puntos en zonas estratégicas del rostro, aunque también se puede aplicar en todo el rostro y difuminarlo para dar una sensación más tersa y natural.  

- Los tonos claros  aplanan las superficies (ideales para zonas huesudas que forman sombras) y los oscuros hunden (son ideales para caras redondas).