Las artes plásticas son la pasión de Glenmarie Irizarry Toro, algo que la también educadora combina con su negocio de enmarcados a domicilio, L’Arte e piú.

La pintora, de 38 años, realiza enmarcados utilizando materiales como el PVC y distintos tipos de madera. Es una de las pocas mujeres que se dedica al enmarcado en el oeste de la isla (aunque sus servicios llegan a todo Puerto Rico).

“En esta área yo creo que soy la única muchacha. Este trabajo lo hacen más los hombres. Al principio, cuando llegaba a los sitios a buscar materiales me preguntaban: ‘¿Y tú lo preparas?, ¿y con qué máquina tú cortas?, ¿y de cuantas pulgadas es tu disco?’ “, destacó tras aludir a que estas interrogantes, a su juicio, reflejaban la incredulidad sobre su trabajo hasta que comenzaba a explicar con lujo de detalles los distintos equipos que maneja y sus elaboraciones.

Entre los motivos que prefiere Glenmarie en su faceta como artista están las estampas alusivas a los Reyes Magos y el Viejo San Juan, entre otros.
Entre los motivos que prefiere Glenmarie en su faceta como artista están las estampas alusivas a los Reyes Magos y el Viejo San Juan, entre otros. (Alejandro Granadillo)

Ese, comentó, es el trabajo con el que paga sus cuentas. Mientras tanto, la educadora, egresada del Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, donde completó un bachillerato en Artes Plásticas y se certificó como maestra, también hace pinturas por pedido para empresas, fraternidades y peticiones que recibe de personas que conocen su trabajo y le comisionan obras.

“Estoy haciendo lo que me gusta hacer, solo que me gustaría que me conocieran más por mi arte, porque me conocen más por el enmarcado. Yo tengo clientes que no saben que yo pinto. Quisiera mover más la pintura, darme a conocer más en el área metropolitana. Tú tienes más oportunidades (en el área metropolitana) de llegarle a más personas”, manifestó la artista, quien actualmente exhibe algunas de sus obras en dos establecimientos del Viejo San Juan, Cafelab y Puerto Rico Drug, donde le han abierto las puertas para dar a conocer su arte.

Reyes Magos, Quijotes, estampas del Viejo San Juan y la Dama de la Justicia son algunos de los trabajos de mayor demanda en el temario de la artesana. Irizarry Toro inició su negocio de enmarcados en el 2009, como un ingreso adicional.

“Mi hermana mayor es contable y tenía su certificado sin enmarcar y le digo ‘dame tu certificado para practicar’. Ella rápido me dijo ‘dime qué vamos a hacer, dime qué hay que comprar rapidito para que comencemos’. Los enmarqué y ella llevó sus certificados al trabajo y allí un compañero le preguntó quién le había montado el certificado y ella le dijo ‘mi hermanita’, ‘pues dile que venga’, y yo fui a la oficina, me entregaron los certificados y los hice, y por ahí vino otro y otro, y siguieron llegando”, relató.

Aunque en algún momento Irizarry Toro pensó en abrir un establecimiento, continuaron llegando clientes por referido, los que ella visitaba en sus empleos o en algún punto de encuentro para recoger los trabajos y realizarlos, y esa dinámica siguió dándose.

“Yo tenía la facilidad de montar un local donde pudiera dar el servicio de enmarcado, poner las muestras y de una vez poner obras y hacerlo tipo galería. Pero eso me ataba a estar ahí de 8 a 5 esperando a que un cliente llegara. Y comencé visitando oficinas y esto me abrió la puerta también a que el cliente que no tiene la confianza de llevarme a su casa, pues te veo en mall. O te veo en el parking de tal sitio”, destacó.

A su vez, Irizarry Toro completó una maestría en Enseñanza del Arte con especialización en Artes Visuales y comenzó a dar clases en su pueblo de Hormigueros. Sin embargo, tras haber sido desplazada en dos ocasiones decidió abandonar el magisterio, vivir de su arte y dedicarse de lleno al trabajo de enmarcado.

“Lo que he hecho es que, por ejemplo, hago una pieza y cuando le ofrezco la pieza a la persona se la incluyo con el enmarcado en el precio. Y ahí voy combinando ambas cosas. El enmarcado para la clientela regular es el negocio de 8 a 5; que yo le enmarque diplomas, camisas, todo lo que se pueda imaginar. Desde palos de golf, platos, medallas de maratones… A parte de eso, todas mis piezas las trato de vender ya enmarcadas”, explicó.

Respecto, al arte, dijo que recibe distintos pedidos, los que trabaja desde su propia óptica artística.

“Yo siempre le he dicho (a los clientes) ‘yo no te voy a hacer algo como equis artista. Dime lo que te gusta y yo te hago algo en esa línea’. Cuando me preguntan: ¿qué tu pintarías si no estuvieras pintando para nadie? Me gustan las cosas abstractas, me gustan los detalles de las flores. Trabajé una colección entera de heliconias. Eso me gusta mucho. Y, obviamente, las cosas del Viejo San Juan, que eso las estoy trabajando”.

Se trata de estampas de las coloridas casas de la calle San Sebastián que, de hecho, ha tenido la oportunidad de exhibir en la Plaza de Armas y en la propia Calle San Sebastián. Irizarry Toro recordó que en una de esas exhibiciones llevó varios impresos de una pieza de un adoquín con la inscripción Fiestas de la Calle San Sebastián, y la entonces alcaldesa de San Juan, Carmen ‘Yulín’ Cruz, pasó por su mesa y le compró una pieza enmarcada.

“Y estos políticos tienen sus seguidores, y la señora Carmen Yulín pasaba por entre la gente, y la gente venían y me decían ‘yo quiero la que ella compró’. Y se vendió mucho la pieza que compró Carmen Yulín”.

En la actualidad, Irizarry Toro lleva su negocio de enmarcados desde Camuy hasta Ponce y en la zona metropolitana. Para conocer más sobre su trabajo, puede visitar sus redes sociales, Glenmarie Irizarry Toro en Facebook; arteepiu en Instagram o escribirle al correo electrónico glenmarieirizarry@hotmail.com