¿Eres adicta a las compras por impulso?
Hacerlas es un padecimiento muy ligado a temas de ansiedad y depresión.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
PUBLICIDAD
Conocida como “oniomanía”, la adicción a las compras es una patología que consiste en un impulso irresistible por comprar.
Los periodos de rebajas, donde los descuentos son los grandes protagonistas, son especialmente complicados para las personas que sufren esta adicción, ya que tienen que lidiar más que nunca con esa impulsividad.
Estefanía Marcos de Lima, psicóloga del Hospital Vithas Xanit Internacional, nos explica de qué trata este tipo de adicción.
La oniomanía suele aparecer en la juventud, generalmente al final de la adolescencia y en jóvenes adultos, según la psicóloga.
Aunque concreta que se suele dar más en las mujeres, ya que a pesar de no ser uno de los trastornos más estudiados en cuanto a prevalencia, está muy ligado a temas de ansiedad y depresión.
“Como bien sabemos, esos trastornos suelen ocurrir más en mujeres que en hombres, por la manera en la que a lo mejor viven determinadas situaciones”, aclara.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
La experta hace en hincapié en dos factores de riesgo: los psicológicos y los socioculturales.
“Vivimos en una sociedad en la que lo que se está valorando es el aspecto físico y lo que tenemos a nivel material. De esta manera, si asociamos poder comprar con ser una persona valiosa o exitosa, se va a ver normalizado que eso es lo que hay que hacer”, explica.
Por otro lado, señala que la facilidad con la que ahora se puede acceder a ciertos métodos de pago como los créditos, implica que las personas puedan comprar de manera más rápida y sencilla, lo que estimula esas compras compulsivas.
A nivel psicológico, indica algunas causas como:
• No regular las emociones correctamente
• La impulsividad
• La falta de autoestima
“La persona afectada utiliza esta estrategia para gestionar las emociones negativas y el malestar que siente. El problema es que, aunque al principio siente alivio, a largo plazo el problema sigue estando ahí”, afirma Marcos de Lima.
Sin embargo, ese alivio transitorio irá seguido de un incremento del nivel de ansiedad por los sentimientos de culpa que surgirán tras haber comprado sin necesidad.
“Lo utilizan como mecanismo para compensar, para sentirse mejor”, puntualiza.
¿Cuál es el pronóstico?
La psicóloga señala que el pronóstico suele ser favorable, ya que a pesar de ser una adicción, no genera tanta dependencia como pueden crear otro tipo de adicciones, como el alcohol y las drogas.
“Al final, el objeto-problema no deja de ser algo material, no es una sustancia que pueda estar modificando tu fisiología”, precisa.
En esta misma línea, incide en que lo importante es trabajar con la persona y que reconozca el problema. Que se dé cuenta de que las estrategias que está llevando a cabo para afrontar ese malestar no son correctas y que, por lo tanto, empiece a cambiar sus pensamientos para conseguir controlar la situación.
Recomendaciones para evitarla
Aplicar la técnica de esperar unos diez minutos antes de comprar.
• Plantearse la siguiente pregunta antes de comprar un artículo: ¿Podría vivir sin ello? y especialmente, ¿Cómo me sentiré dentro de cinco días si adquiero este producto?
• Pensar en qué otras cosas se podría invertir ese dinero, para tomar conciencia de las “necesidades” que se pueden tener, y dónde derivar los gastos.
• Tener en cuenta que es importante comprar no para satisfacer la ansiedad, el impulso o el bajo estado de ánimo, sino porque el artículo sea realmente necesario.