Endulza la vida de otros con flanes y mensajes poderosos
Norka Villanueva no se detiene en su afán de acaramelar la vida de otros con los sabores y notas de Flanes Coquí.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Norka Villanueva se considera una mujer bendecida. A pesar de las adversidades, la vida le ha sonreído y ha sabido aprovechar cada oportunidad para echar adelante su negocio, Flanes Coquí.
“En mi caso no puedo decir que he tenido tropiezos; me asombro porque recibo cosas que no esperaba. Soy bendecida”, asegura al contar que uno de esos regalos inesperados se lo hizo su abuela paterna, Marina Santana, cuando en 1998 le pasó la receta familiar del sabroso postre.
Como toda empresa, sus inicios fueron modestos. En ese entonces, la empresaria vendía sus flanes desde un carrito en los negocios de la carretera 167 para levantar a sus hijos. Pero hace casi dos años, su negocio dio un giro para convertirse en lo que es hoy día.
Hace años la comerciante bayamonesa tiene un colmado en la carretera 167, a la altura de Flamingo Terrace (ahora llamado Flanes Coquí) y desde donde vende sus postres.
Pero como a la gran mayoría de los puertorriqueños, el huracán María le cambió la vida. Tras el fenómeno, su negocio decayó al punto que se vio obligada a vender botellas de agua para subsistir y para colmo, por esos días se accidentó en la cocina de su hogar cuando explotó una hornilla. Sufrió quemaduras de tercer y cuarto grado, y tras coger una infección por poco pierde la mano. El accidente requirió una recuperación de casi mes y medio, tiempo en el que sufrió de una “pequeña depresión”.
“Mi mente empieza a trabajar negativamente, pero comencé a mantenerla ocupada”, recuerda.
Una de las actividades que realizó para ocupar sus pensamientos fue la de coleccionar mensajes positivos, con los que le llegó la idea para hacer crecer su operación. Eso fue el 22 de febrero de 2018.
Ese día, su empresa tomó el impulso que la llevó a convertirse en lo que es hoy: un negocio de venta de flanes con mensajes positivos envasados en lindos recipientes coleccionables. Se trata de una jarrita de vidrio de 8 onzas que incluye su propia cucharita y un mensaje “con mucho poder”. Y la respuesta ha sido fenomenal.
“Ahora todo me va muy bien. En una semana puedo vender fácilmente alrededor de 200 flanes”, afirma la empresaria de 50 años, cuyo surtido incluye sabores únicos como el de ñame, batata y yautía, así como de coco, vainilla y calabaza; y el querendón de todos, el de queso. De igual forma cuenta con una línea de sabores de bebidas como Baileys y Frangelico, y el que surge como nuevo niño mimado porque todos lo piden: el de Ron del Barrilito.
Otra bendición con la que cuenta Norka en esta etapa es la ayuda de su hijo Christopher, de 21 años y estudiante de Mercadeo, con el negocio. Su otra hija, Cristina, de 19, es voleibolista y estudia en Nueva York.
Junto con él encamina uno de sus grandes sueños: llegar al Viejo San Juan e impactar a los turistas. El mismo será una realidad en enero, cuando inaugurará un pequeño negocio en el #3 de las facilidades comerciales del estacionamiento de Covadonga.
El local mantendrá el toque familiar, con un mural en su interior en el que aparecerá su hija con un flan en su mano.
Como es fiel creyente de la colaboración, ya hizo acuerdos con otros pequeños comerciantes y algunos llevarán para vender allí productos como chips de pana, dips hasta de recao, mermeladas, sofrito y tembleques, majarete y arroz con dulce.
Villanueva no se cansa de dar gracias a Dios, porque asegura que todo ha sido su obra. Esa actitud le ha permitido conocer muchísima gente que la han apoyado en sus gestiones. Pero su motor más grande, dice, ha sido su madre, María Reyes, quien siempre vio a Flanes Coquí como “algo en grande” y no la deja ni en las cuestas.
Mientras, continúa apuntando en una libretita cuanto mensaje le viene a la mente para grabarlo en uno de los jarritos.
¿Y por qué Flanes Coquí?
“Pues yo lo veo como agradecimiento por la vida. El coquí es de aquí y yo apoyo lo de aquí”, sostiene al destacar que si en un futuro se da la oportunidad de llegar fuera de la Isla, la esencia boricua del producto quedará clara porque “todos saben que el coquí es típico de aquí”, agregó.
Para más información se puede comunicar al 787-531-3573.