Ellas piden matrimonio
En la actualidad son muchas las mujeres que rompen la costumbre de que sea el hombre quien las comprometa.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Rosaura Rivas no se sentó en el balcón a esperar por la propuesta de matrimonio de su novio. A los dos años de relación entendió que él era el hombre con quien deseaba envejecer.
Así que se armó de valor, compró un anillo, lo pegó a una tarjeta roja y escribió: “¿Te quieres casar conmigo?”.
Al salir de su trabajo se encontró con su novio y, temblorosa, le entregó la tarjeta. Se arrodilló frente a él en espera del anhelado sí.
“Un día normal, después de llegar de mi trabajo, me acerqué a él. Le entregué la postal y me quedé arrodillada frente a él en lo que la leía. Fue algo que me salió de impulso, ya llevábamos tiempo juntos. Claro, estaba temblando por dentro en lo que él leía, pero se emocionó y yo de igual manera que si lo hubiera hecho él. Creo que si es la persona indicada no importa quién pregunte”, narró Rosaura, residente de San Juan, quien cumple en julio tres años de matrimonio.
Al igual que Rosaura, la joven Brenda Soto, con apenas seis meses de relación sentimental, se lanzó a proponerle matrimonio a su ahora esposo Jorge Díaz.
En su caso, según narró, no quería “perder tiempo” en noviazgos largos. Según contó, desde el primer día que lo vio en su lugar de trabajo, supo que “sería el padre de mis hijos”.
“Recuerdo que el día que hablamos por primera vez llamé a una amiga y le dije: ‘Encontré al padre de mis hijos’... Luego salimos por seis meses y un día normal le dije: ‘Bueno, no tengo tiempo para perder. ¿Nos casamos?’ Y él dijo que ¡sí!”, narró Brenda quien se casó hace siete años y, aunque los hijos no han llegado a su hogar, aseguró que se encuentra feliz y enamorada, como el primer día, y no se arrepiente del paso que dio.
No obstante, no todas las mujeres son como Rosaura y Brenda que se atrevieron a tomar la iniciativa para hacer una proposición matrimonial y no dejar pasar la oportunidad de vivir con el hombre de su vida.
Quizás esta sea una de las razones del fin del noviazgo entre el actor puertorriqueño Carlos Ponce y la actriz colombiana Ximena Duque luego de seis años de relación.
Según trascendió en los medios de comunicación, el galán de novelas no quería contraer matrimonio, por lo que la actriz optó por finalizar la relación.
“En este punto de mi vida yo quiero hacer la voluntad de Dios y no está bien que vivas fuera del matrimonio con alguien”, comentó Duque en entrevista con People en español.
La actriz, al parecer, al igual que otras mujeres sigue al pie de la letra uno de los rituales más antiguos de la civilización donde el hombre hace la propuesta matrimonial.
“No todas las mujeres tienen la mente abierta para hacerlo. En mi caso era la persona a quien amo. Me sentía segura y tranquila con él. Su familia me aceptó desde el principio. No tenía que ser diferente, podía ser yo misma. Además, ya tenía 30 años cuando empezamos. Así que eso de noviazgos largos no era”, añadió Rosaura sobre su experiencia.
Lisandra Rodríguez, residente de Caguas, se hace eco del pensamiento de Rosaura. Ella fue la que hizo la propuesta matrimonial.
Según recordó llevaba tres años de relación en la que unas veces se quedaba en la casa de su novio, y otras, en su apartamento.
Esta situación la tenía un poco cansada, pero a la misma vez le indicaba que ambos podían dar el paso.
Aunque su novio Carlos Pérez una vez le habló de que creía en el matrimonio, porque había estado casado anteriormente, este no se atrevía a proponerle matrimonio.
“Un día salimos a la playa y luego fuimos a comer. La pasamos fenomenal porque fue un día que no hubo interrupciones y fue nuestro día. Ya tenía la idea en la mente, pero no sabía cómo hacerlo. Así que hablé con el mesero de que nos trajera dos copas de vino y en una servilleta le escribí: ‘¿Qué tal si nos casamos?’. Se la entregué al mesero para que la trajera junto a la copa y así fue. Hoy llevamos ocho años de casados”, remomeró con entusiasmo Lisandra sobre su singular propuesta.
En cualquier caso en que se considere contraer nupcias, más allá de quién tome la iniciativa, lo que se recomienda antes de casarse es considerar que ambos estén listos emocionalmente y psicológicamente para iniciar una vida matrimonial, específica el libro Quiero estar bien en pareja de la autora Beatriz Colberg.
Y tú, ¿le pedirías a tu novio matrimonio?