Ella consigue la fórmula de su felicidad
Vimarys Rivera Cáceres dio un giro a su vida al convertir lo que aprendió en un taller para despejar su mente en un negocio que hoy le rinde frutos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Escapar de una depresión y tener otra alternativa de generar ingresos fueron motivaciones contundentes para que Vimarys Rivera Cáceres se lanzara al mundo de las artesanías y comenzara a idear fórmulas para crear sus propios cosméticos y otros productos de cuidado personal de manera artesanal.
Su proyecto, Syramiv Jabones Artesanales y Algo Más comenzó con los jabones saponificados, pero poco a poco la artesana creó toda una línea de productos que incluyen ungüento muscular, “body splash”, cremas faciales y corporales, desodorantes, aceite para cutículas, “scrubs”, cremas para afeitar, shampoo y acondicionador, bálsamos para labios y otras creaciones a base de ingredientes naturales.
La invención de estos trabajos artesanales nació como un escape ante varios procesos fuertes en su vida.
“Trabajo para el Poder Judicial desde el 2002 y de momento sentía que no tenía todo lo que quería y que no era feliz. Enfrenté situaciones que me marcaron profundamente, tuve una reducción de sueldo grande y situaciones familiares, ya que mis hijos se enfermaron. Eso me llevó a una depresión. Fue como una debacle en mi vida”, relató Rivera Cáceres.
Fue así como la artesana llegó a tomar un curso de jabones saponificados en diciembre del 2021 y en ese taller encontró un nuevo significado para su vida.
“Ahí empezó mi búsqueda de conocimiento y seguí cogiendo cursos de jabones de glicerina. Han sido diferentes maestras las que me han enseñado el uso del aceite. Esto fue como una terapia para mí y logré certificarme con la Compañía de Fomento Industrial para el 2022 como artesana en el renglón de aceites”, explicó la emprendedora.
Y muy pronto, lo que comenzó como una terapia se convirtió en su mayor pasión.
“De un solo, ya llevo más de 25 productos aprendidos. Aprendí a hacer el bálsamo para los dolores musculares que se ha convertido en mi estrella. Los desodorantes naturales que cubren muy bien. Mi esposo (Eric R. Díaz) tiene problemas en la cara y no se podía rasurar, así que aprendí a hacer una fórmula de ‘shaving cream’ y su ‘after shave’ y tiene su cara nítida. Le dio con dejarse crecer la barba y aprendí a crear un producto para cuidar su barba”, destacó.
“He aprendido a hacer todos los procesos, desde frío, caliente, secado rápido, la sustitución de agua por vino, por cerveza, por leche. Ha sido todo una experiencia. Eso ha sido fantástico, porque el experimentar con cerveza, con el vino y ver cómo se comporta cuando se pica, además de que coge diferentes tonos… es bien divertido”, agregó.
De todos sus productos, afirmó, los más populares son el ungüento muscular y el jabón de aceites esenciales de palma, rosa y pacholi.
“El jabón es exquisito, no tiene fragancias artificiales. De todas las recetas esa es mi favorita. El ünguento también lo buscan mucho. ¡Es divino! Tiene cera de abeja, cristales de mentol y una exquisita mezcla de aceite esencial de alcanfor y ‘tea tree’ “, detalló la humacaeña.
De hecho, su aspiración es ampliar el catálogo de productos que ofrece y, eventualmente, comercializar la línea más allá de lo que son las ferias artesanales.
“Yo no pienso quedarme solamente en lo que son los carnavales y las ferias; quiero llevar mi producto a hacerlo a nivel de fábrica, llevarlo a diferentes hoteles. Pero esto no es solamente crear un jabón con una fórmula sencilla, es aprender a utilizar los aceites a favor de la piel”, comentó la mujer.
“Es una terapia, una satisfacción. Aparte de que el negocio empezó a tener sus ganancias. Dentro de un proceso difícil vino una bendición”, acotó la artesana, a quién consiguen a través de su página de Facebook: Syramiv, jabones artesanales e Instagram: @syramivjabones.