De Guayanilla el “Rubí de la Trova”
Apasionada por nuestra música típica desde su infancia, Belén Marie Velázquez Torres cultiva la décima y otros géneros.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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A Belén Marie Velázquez Torres le llaman ‘el rubí de la trova, pues su melodiosa voz transmite un sentimiento sublime al hilvanar los versos que anidan en su mente y corazón. Su amor por la música surgió al comenzar la educación primaria y desde entonces conviven en un mismo latido, conquistando a sus espectadores de canción en canción.
Criada en el barrio Macaná de Guayanilla, la joven de 27 años compartió sus mejores recuerdos de cómo fue desarrollándose en el arte de la décima espinela y en qué momento cayó rendida con las interpretaciones iberoamericanas.
“El contacto con la música nació a mis cinco años, que fue la primera vez que estuve cantando en grado de kínder mediante el maestro de música, que llevaba melodías y poco a poco iba llamándome la atención”, relató la hija de Belén Torres de Jesús y George Velázquez.
“Fue en segundo grado que el maestro nos pregunta que quién se atrevería cantar delante de la gente y por mi amor hacia la música, dije ‘yo’. Esa fue mi primera experiencia en público y canté música típica sin saber que era música típica. Era un seis guaguancó”, recordó.
Así las cosas, Belencita continuó su camino hacia el pentagrama. A los nueve años comenzó sus clases de trova en la Fundación Leopoldo Sanabria, en el barrio Jájome de Cayey. Fue allí donde se encontró con su mentor, Luis Daniel Colón, conocido como el “eterno niño trovador” quien, junto al cantor de Coamo, Víctor González, la bautizaron como el “Rubí de la Trova”.
“Eso nace en un pico a pico entre Víctor ‘Vitín’ (González) y, Luis Daniel Colón. En un festival en Peñuelas me subieron a tarima y luego de mi participación, el pie forzado fue ‘el rubí de la trova’ y, entre verso y verso, iban estructurando, construyendo y así nombrándome como ‘el rubí de la trova’ “, confesó.
Otra de sus mentoras, fue la “Dama de la Trova”, Luz Celenia Tirado.
“La conocí a mis 11 años en el Festival del Guineo que celebraban en San Germán. Fui a presentarla y había varios niños trovadores y, los que llegaran allí les iba a dar la oportunidad de que se presentaran. Tomaba clases con ella y al mismo tiempo con Luis Daniel”, acotó la también improvisadora.
Entretanto, al matricularse en el Instituto de Música Juan Morell Campos en Ponce, la trovadora sureña conoció instrumentos como el violín, el piano e hizo su entrada a la música coral. Estaba en séptimo grado.
“Además, combiné el teatro y me abrí en otros géneros como la danza, salsa, merengue, bolero y también seguí con la música típica. Cuando entro a la escuela superior, empiezo a conocer la música iberoamericana o latinoamericana, música de Cuba, Argentina, Chile, entre otros países”, sostuvo.
“Al conocer la música iberoamericana puede compararla con la trova en Puerto Rico, porque muchos cantores son la representación de lo que es un trovador en Puerto Rico que, su misión, su propósito, es llevar el dolor, la alegría, la historia de un pueblo. Por medio de las letras de esas canciones pude ver ese dolor o esa historia que cada país llevaba en ciertas épocas, dependiendo el cantor”, mencionó.
De todos los exponentes, Belén Marie quedó prendada con la argentina Mercedes Sosa, considerada como “una de las representantes más sobresalientes de la música popular en América Latina”, según valida la Organización Panamericana de la Salud que, en 2003 la nombró “Campeona de la Salud”.
“Entre todos los cantores, quien me tocó mucho fue Mercedes Sosa, por su gran voz, su poder, que acaparaba a la gente con su voz. Ella tan solo cantaba algunos versos y ya te atrapaba. Me hubiese gustado conocerla y apreciar su música en vida”, lamentó la egresada de la Universidad de Puerto Rico en Ponce, donde completó un bachillerato en Ciencias Naturales con concentración en Biomédica.
“Es por esa conexión que tiene la trova y la música iberoamericana de llevar la historia de un pueblo, el sentimiento de un pueblo y, al conocer más a fondo sobre la música iberoamericana, me atrapó”, insistió la trovadora quien cuenta con una certificación en educación elemental.
Con su grupo Sentimiento Boricua pretende, “continuar llevándole música al pueblo, alegría y sentimiento. Tocar la fibra e impactarlo”.
“A través del grupo queremos fomentar nuestra cultura por medio de una variedad de géneros musicales tales como trova, bomba, plena, danza, trullas, aguinaldos, villancicos, boleros y salsa”, apuntó la hermana de Lydia Enid, George Ignacio y Antonio Manuel.
“Para mí, la música es libertad. Es la libertad de expresar sentimientos y emociones que llevamos guardados en nuestro corazón y, para mí, es un regalo poder compartirla con mi pueblo”, concluyó.
Para detalles: Belén Marie con su Grupo Sentimiento Boricua en Facebook.