Cuando Carolina Mejías Rivera estaba en la Escuela Juan Quirindongo Morell, en Vega Baja, se quemó las pestañas para mantener un promedio de cuatro puntos. Su sueño era estudiar en la Universidad de Puerto Rico,  Recinto de Río Piedras (UPR), y quería asegurarse de  lograr ese ingreso.

Sin embargo, mientras cursaba su cuarto año, los orientadores de su escuela no le garantizaban que pudiera entrar a esa institución universitaria, algo que le preocupó en gran medida. 

De inmediato, decidió buscar más orientación porque en su mente no cabía  la idea de que no pudiera ingresar a la UPR con su promedio y con lo sobresaliente que era en la disciplina del fútbol.

Con solo $20 en la mano, Carolina viajó en carro público al área metropolitana a perseguir su sueño. Su mamá no tenía vehículo, pues siempre le tuvo miedo  a manejar. Así que doña Andrea Rivera Lozano le explicó a la menor de sus dos hijas cómo viajar.

Cuando la entonces estudiante llegó al casco urbano de Río Piedras y buscó más información sobre el proceso de ingreso a universidad, no solo descubrió que sí tenía el promedio para entrar, sino también derecho a una beca por sus destrezas deportivas.

Mejías, de 26 años, entendió en ese momento que su proceso de solicitud a la universidad se vio en riesgo por no recibir la orientación indicada.

Carolina no le desea a los  estudiantes que pasen por lo mismo. 

Luego de esa experiencia, la joven decidió integrarse a la organización sin fines de lucro Mentes Puertorriqueñas en Acción para liderar el programa Impacto Juvenil,  con el fin de ayudar a otros estudiantes a definir su futuro universitario.

“Basándome en mi  experiencia, me di cuenta que a veces los orientadores no tienen la información completa cuando ofrecen consejería a los estudiantes de escuela superior”, observó nuestra Mujer Maravilla cuya labor en el programa es voluntaria. 

“Impacto Juvenil es un programa de orientación y mentoría dirigido al desarrollo de liderazgo en jóvenes de escuela superior. Todos los jóvenes tienen el potencial de ser líderes, pero necesitan la oportunidad y las herramientas para desarrollar sus talentos al máximo. El programa lo que busca es proveer las herramientas, el conocimiento y la motivación necesarias para lograr este desarrollo”, explicó. 

Según abundó, el currículo de Impacto Juvenil provee apoyo durante el proceso de solicitud y transición a la universidad, y orienta a los estudiantes acerca de las oportunidades para tomar acción y generar cambios desde los espacios universitarios.

A Carolina nada le da más satisfacción que saber que aporta su granito de arena a la vida de los estudiantes cada vez que les ofrece consejería  acerca de todos los recursos y las posibilidades que tienen en la universidad.