“La muchacha” es la jefa de la gomera
Yibelle Alexandra Lebrón rompe estereotipos mientras echa pa’lante su negocio El Cuarto Bate Tire Center en Fajardo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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“Perdón, es que no estoy acostumbrado a ir a una gomera, que me atienda una muchacha y que la muchacha sepa más que yo de gomas”.
A la fajardeña Yibelle Alexandra Lebrón, de 26 años, ya no le extraña escuchar expresiones como esta en su establecimiento, la gomera El Cuarto Bate Tire Center, ubicada en el barrio Quebrada Vueltas en Fajardo.
Allí, además de llevar las riendas del negocio que heredó de su padre, cambia y repara gomas; y hasta aprendió algunos trucos de mecánica liviana, como cambiar válvulas.
“He cambiado varias gomas; no soy tan diestra, pero sí. Te digo, yo soy bien presentá, le digo a los muchachos ‘enséñenme, yo cambio las válvulas’. Me enseñaron poco a poco cuando el día estaba un poco lento”, dijo la dueña.
Sin embargo, el camino ha sido tan retante como lo esperaba, pues este tipo de negocio –típicamente- es comandado por hombres. Pero eso no la amilanó. Yibelle Alexandra decidió aprender todo lo necesario para dirigir un negocio de cambio y reparación de neumáticos. Y, una vez llegó el momento, se enrolló las mangas y tomó las riendas en una industria donde asegura que el discrimen hacia la mujer es el pan de cada día.
“Yo comencé aquí cuando estaba estudiando. Comencé solamente trabajando un día porque yo tenía mi trabajo en El Conquistador. A raíz del pasó del huracán María, me quedé sin trabajo y mi papá antes tenía solamente una (gomera) y yo le dije ‘papi voy a ver, me voy a ir adentrando más a ver cómo en realidad funciona porque me gusta el servicio al cliente’. Yo siempre trabajé en servicio al cliente… empecé a trabajar como más diítas… a ver cómo fluyo y me metí de presentá y ahí fue…”, recordó.
Luego de dos años en esa dinámica, mientras estudiaba a tiempo completo y trabajaba, Yibelle Alexandra, se graduó de microbiología, pero decidió dejar a un lado esa carrera y asumir el mando en la gomera.
“Estudiaba todos los días (en Inter Metro); trabajaba todos los días que era un poquito tedioso. Hasta que de momento terminé mi bachillerato en microbiología que no tiene que ver nada con esto... (Entonces) le dije a papi que quería establecerme, ver cómo me va, ver cómo fluye y papi me dio el voto de confianza. Pero, poco a poco me fui memorizando los números, aquel carro es tal, aquel carro es tal; obviamente, no de la noche a la mañana, pero fui poco a poco. Todos los días uno aprende cosas nuevas, tampoco es ‘peaches and cream’ y es un poquito tedioso. A veces es: ‘ay, tú tienes tu propio negocio, es fácil’. Aquí coger vacaciones es un poquito malito. Se requiere mucho”, confesó la joven, quien dirige el negocio desde el 2019.
No obstante, aunque tiene vasto conocimiento en su área, para la joven fajardeña aún es un reto lograr que las personas tomen su rol en serio. “Hasta el sol de hoy todavía llegan: ‘¿tú trabajas aquí?’, ‘Y, ¿cómo rayos tú, joven, aquí metida trabajando con hombres?’... Es retante porque todos los días al menos un cliente me lo dice. Consecutivamente recibes fuertes críticas. No me molesta, lo que pasa es que nos menosprecian por ser mujer. Es una industria totalmente de hombres, los empleados son hombres”, destacó la propietaria, quien supervisa las labores de 10 empleados.
“Es como yo le digo, después que haya un respeto y tú seas una persona líder… Un buen líder es un buen jefe, ellos van a correr bien contigo… Aunque yo sea mujer, aquí la jefa soy yo, tienes que seguir instrucciones; aunque sean 10 hombres y yo sea la única nena. Y, gracias a Dios, hasta el sol de hoy ha corrido todo súper bien”, comentó.