Mucho revuelo causó en el día de ayer nuestro reportaje acerca del fricasé de iguana. En primerahora.com, las opiniones estuvieron bastante polarizadas: por un lado, hubo quienes dijeron: “Que la gente coma lo que quiera comer”; por el otro, estuvieron aquellos que si hubieran podido, nos hubieran linchado por haber probado la carne de iguana y haber relatado la experiencia en un reportaje de periódico.

Como sea, lo cierto es que el consumo de “carnes alternas” -como les llaman en algunos mercados- es algo tan viejo como las civilizaciones griegas y romanas, quienes saboreaban lengua de flamenco. En la época medieval, en algunos países europeos comían gansos vivos y en el siglo XIX, en Estados Unidos, uno de los platillos más exóticos eran los testículos de ciervo. De modo que, por mucho repelillo que les dé a algunos, toda la vida la gente ha comido cosas que a algunos les vuelcan el estómago  y  a otros les abren el apetito.

Veamos estos ejemplos...
 
 León  -  En tiempos recientes, esta carne y  la de tigre se han comenzado a consumir en Europa y América. Aunque es una carne roja, dicen que sabe a ternera.

Camello - Esta carne roja se come desde hace siglos y era una de las favoritas entre los griegos. Dicen que su sabor está entre el de la carne de res y la de caballo, y que es ligeramente dulce. En Australia, gusta mucho la lasaña con carne de camello.

Cebra - También es comparable con la carne de caballo y más dulce que la carne de res.

Mono - Aunque a los occidentales les parece un crimen comer mono, esta carne se consume mucho en varios países africanos. Se prepara, mayormente, como fricasé. En la India, sin embargo, lo que prefieren es comer cerebro de mono.

Hormigas - En Asia y África, se comen fritas. En tiendas exóticas alrededor del mundo, se consiguen cubiertas de chocolate o dentro de paletas.

Cocodrilo - En el sur de Estados Unidos y en Australia, es un platillo común. Es baja en colesterol, es jugosa y tierna, y comparable con la carne de pollo o pavo. En Guayama, en La Casa de los Pastelillos, tienen pastelillos rellenos de caimán.

Serpiente cascabel - También dicen que sabe a pollo. En Estados Unidos, se come en guisos, empanada y frita, en pinchos y hasta en tacos y fajitas. En Asia, también gusta.

Ancas de rana - Los restaurantes más lujosos del mundo se precian de ofrecer este  platillo, que es  favorito de los franceses y los chinos cantoneses. Se dice que sabe igual al pollo.