Tal pareciera que, en el imaginario colectivo, lo ideal en una pareja es que el hombre sea más alto que la mujer. 
 Quizás sea porque -consciente o inconscientemente- pensamos que los chicos que superan en altura a su pareja son más varoniles, guapos o bien le ofrecen una mayor “protección”. 

A muchas mujeres, además, les acompleja sacarle algunas pulgadas a su media naranja, pues saben que serán el blanco de miradas curiosas o indiscretas cada vez que paseen en público.  De hecho, son bastante conocidos los casos de mujeres que no saben qué hacer con sus tacones altos cuando comienzan a salir con un hombre más bajito que ellas.

Es lo de menos

Sin embargo, bien sabemos que cupido flecha sin pensar mucho en si las estaturas van o no a la par, pues -al fin y al cabo- se trata de un tema bastante superficial.

Para numerosas parejas descompensadas en este asunto, el que ella sea más alta que él no supone ningún problema a la hora de mantener una relación.  Se trata meramente de un tema trivial que no influye para nada en el vínculo emocional que tienen.

La psicóloga clínica Myriam González explica, en este sentido, que las relaciones de pareja exitosas se basan más bien en aspectos que van más allá de lo físico, como la comprensión, el respeto y la conexión emocional.

“Yo creo que las personas necesitan ver cuáles son los criterios verdaderamente importantes a considerar para que una relación de pareja funcione bien.  Si las dos personas se sienten cómodas, eso no debería ser en lo absoluto una variable que afecte la relación”, enfatiza la Dra. González.

¿Miedo a las alturas?

Aunque lo más lógico es pensar que la falta de estatura no importa a la hora de conquistar corazones, la Dra. González reconoce -no obstante- que sí puede convertirse en un factor de peso.

Y es que, de acuerdo con la especialista, la ecuación hombre bajito-mujer alta es -en algunos casos- una piedra en el zapato para el bienestar de una pareja “desnivelada”.

“El hombre puede sentir mucha inseguridad, puede manifestar celos pensando que su pareja puede ver a personas de mayor estatura como mucho más atractivas que él”, advierte la psicóloga, experta precisamente en relaciones de pareja.

“Usualmente el problema no estriba ni siquiera en que ella sea más alta que él, sino en los conflictos personales del individuo, como que sea inseguro, acomplejado, con baja autoestima.  Estos issues de unas inseguridades van a hacer que la persona se enfoque más bien en lo que ‘va a decir la gente’ en lugar de en el vínculo emocional”, lamenta la doctora.

Una encuesta realizada en España reveló, de hecho, que siete de cada diez hombres tienen en cuenta la altura de las mujeres a la hora de entablar relaciones amorosas, y que prefieren a aquellas que no sobrepasan su altura.
 El estudio, publicado en mayo por el diario ABC, recabó la opinión de más de 1,300 españoles  entre 25 y 60 años, quienes afirmaron sentirse más “seguros” y “varoniles” sacándole algunas pulgadas  ventaja a su cónyuge.
 Un 22% de ellos, incluso, confesó sentirse realmente a gusto cuando la diferencia es de entre 10 y 15 centímetros, y un 10% adicional prefirió que el margen sea incluso mayor.

A dejarse de pequeñeces

Más allá de si a algunos -o algunas- les afecte la disparidad de estaturas, la psicóloga González es enfática en señalar que esas medidas nunca deben influir en una relación de pareja.

La especialista subraya, en ese sentido, que un vínculo entre dos debe ir más allá de la mera atracción física o unos atributos corporales deseados.  De ahí que el asunto de la estatura no es nada fundamental para mostrar si una persona es o no un buen candidato para el corazón.

“Hay que trabajar mucho con la aceptación y con entender que el concepto de belleza es algo subjetivo”, puntualiza la doctora, dejando entrever que renunciar a un amor por cuestión de altura no es nada sensato.

La Dra. Myriam González es psicóloga clínica y tiene su consulta en Hato Rey.  Para citas, llama al 787-762-7713.