Nono Maldonado comparte su lado íntimo
Cuando era adolescente, el modisto soñaba con ser arquitecto.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
PUBLICIDAD
Alto, esbelto, elegante, clásico, vestido completamente de negro, tiene una encantadora disposición para la risa y siempre está ocupado… muy ocupado. Así es Nono Maldonado.
Basta compartir con el diseñador de modas por unos minutos para percatarse de que este hombre tiene muy buenas maneras. Posee una presencia particular: por un lado, moderno y de avanzada; por el otro, conserva un aire de otro tiempo.
Este caballero de la moda, es dado a disfrutar de los deleites de la vida, entre los que se encuentran el arte, la música, el cine y la buena mesa. Se describe como exigente consigo mismo y le confiere un valor altísimo a la amistad.
La entrevista quedó pautada en la tienda que posee junto con su compañero y socio, Polo McConnie, ubicada en la exclusiva zona de Condado. En ella, se escucha música clásica de fondo, abundan finas corbatas de colores, sus emblemáticas camisas de cuello chino en hilo para varones, hermosa indumentaria femenina y variadas fragancias, entre otras de sus creaciones.
A pesar de la nítida organización que tiene el lugar y la sensación de calma que transmite, la actividad en este sitio es inagotable. Su teléfono no para de sonar, llegan hasta allí varias personas para llevarle mercancía y consultarle ideas y proyectos. Nono los atiende con diligencia y respeto. Sin embargo, la última palabra, la tiene él.
El destacado diseñador de moda describe su cargada agenda como una “locura divertida”. “Yo desarrollo muchas cosas a la vez. Estoy envuelto en muchos proyectos y, aunque todos son diferentes, tengo que atenderlos por igual. Eso me divierte mucho y contribuye a (que sea) una locura divertida. No hay un momento aburrido”, establece el diseñador, quien en estos momentos se dedica, entre otras cosas, al diseño de muebles y de espacios.
De hecho, fue precisamente por sus padres que comenzó a interesarse en la moda. Incluso, al final de cada pasarela, Nono lanzaba un beso a su madre, que estaba en primera fila, observándolo. “Mi madre era una mujer sumamente bien vestida, muy pendiente de su persona, al igual que mi padre. La moda, yo la aprendo en mi casa”, recuerda, a lo que añade que su madre murió en el 2007 y su padre, en el 1984.
¿Que quería ser de pequeño?
La carrera que iba a seguir era la arquitectura, la cual no hice. Sí aplicó, en algún momento, porque la moda comprende cierta arquitectura al crear ciertos patrones y las formas que hacen un traje, tanto para hombre, como para mujer. Y luego, con los años, entro más en la arquitectura per se, al entrar en el diseño de muebles y en el diseño de espacios.
Nono comparte que, cuando era adolescente, incluso dibujaba planos.
Sin embargo, el modisto se graduó de mercadeo de la Universidad de Fordham en 1967 y comenzó en el mundo de la moda como comprador en la tienda Bloomingdale’s, en Nueva York. Luego fue nombrado asistente del director de modas del Men’s Fashion Association. Se destacó en el campo de las relaciones públicas y el diseño y luego fue nombrado editor de modas de la revista Esquire –de 1972 al 75–. Regresó a Puerto Rico en el 1976 y en junio de 1977, inauguró la tienda que lleva su nombre.
Como editor de la revista Esquire tuvo la oportunidad de viajar por todo el mundo y conocer a los grandes diseñadores de la época, entre ellos, Yves Saint Laurent, Calvin Klein y Pierre Cardin. Con el último cultivó una “muy buena amistad”.
En una entrevista que se le hiciera a Rubén Darío en nuestro diario, éste lo describió como un “maestro” y estableció lo siguiente: “en los shows de Nono nunca había ningún error, así que se convirtió en mi modelo a seguir”. ¿Qué opinión le merece este comentario?
Primero, muy agradecido de mi compañero Rubén, a quien conozco desde que empezó. Creo que, si puedo dejar algo, Rubén lo ha resumido muy bien y es que, sencillamente, una presentación conlleva un cuido. Tienes que cuidar y curar una colección de modas en el sentido de que cada detalle –de pies a cabeza–, tiene que estar dentro de la perfección que sea posible. Porque nunca llegamos a la perfección, pero tratamos.
¿Se considera disciplinado?
Sí. Definitivamente. No solamente disciplinado, tengo un orden a seguir en la parte visual. Tiene que haber un concepto claro y una estética bien depurada.
¿Se considera exigente consigo mismo?
Sumamente. Me exijo, no solamente a mí, sino a los demás, porque aquí hay un cumplimiento a seguir en cuanto a la norma de diseño, de respeto hacia lo que estás haciendo.
¿Cuál ha sido su clave para mantenerse vigente?
La lectura, el cine, pensar que tengo 30 años (en la industria de la moda) y estar muy al día en las noticias en general. Hagas lo que hagas, creo que definitivamente tienes que estar muy al tanto del mundo de la pintura, del mundo de los museos, quién está haciendo qué cosa. Los diseñadores de moda en Europa, en Japón, en Puerto Rico, en fin... todo lo que es creativo y lo que no es creativo. Si tú no estás al tanto, no tienes una lectura y no tienes unos conocimientos, tú no puedes opinar.
¿Qué cosas son las más que le gustan de la vida?
Lo que más me gusta son las buenas amistades, viajar, la buena música, las cosas que acompañan una estética refinada. El buen comer. Me encanta leer. El cine toda la vida ha sido mi primera influencia en todo lo que hago. Los espacios los creo pensando siempre en un escenario, pensando en un set.
¿Cuáles no le gustan?
El mal gusto, la violencia, el ruido y la falta de respeto, la falta de cortesía.
¿Países y ciudades favoritos en el mundo?
Italia, Europa –en general– y los países mediterráneos. Obviamente, una ciudad como París... Londres, Madrid, Barcelona. Roma me apasiona porque es una ciudad muy particular. Además de todas esas maravillosas ciudades, para mi, New York, es el centro del mundo.
¿Tiende a seguir su intuición en la toma de decisiones?
Siempre, definitivamente. Tengo un sexto sentido muy particular. Yo sí aprendí en el camino de mucha gente que cruzó mi vida y tuve varios maestros, pero, honestamente, las decisiones en cuanto a muchas cosas que he hecho en mi vida, las he tomado yo, directamente. Cuando tomo una decisión, voy adelante con ella.
¿Cuáles son los iconos de la moda que más admira?
Yves Saint Laurent, por excelencia. él fue quien cambió la moda del siglo XX. él fue quien nos enseñó a liberar a la mujer y a crear una moda muy sofisticada, moderna, de gran estilo. Obviamente, Balenciaga, (Christian) Dior, el señor (Giorgio) Armani.
También admira a Coco Channel, Karl Lagerfeld y Alexander McQueen. “Son gente que ha pasado por este mundo con unas notas increíbles”.
Una vez mencionó en entrevista que le gustaría vestir a Angelina Jolie.
Sí. ¡Me encanta Angelina Jolie! ¡Esa mujer tiene un estilazo! Es una mujer muy bella y, encima, es inteligente.
¿Se puede vivir de la moda en Puerto Rico?
Está bien difícil. Tienes que ser bien bueno. Yo viví de la moda muchos años antes de seguir haciendo otra cosas, pero uno tiene que ser bueno, estar bien dedicado, tienes que ser puntual, tienes que cuidarlo. No puedes ponerle el traje a la novia en la iglesia. Tú tienes que tener un respeto al cliente, tienes que tener una puntualidad en tu entrega, tienes que tener tu hechura. Tienes que crecer en orden alfabético. Esto no es overnight: ‘voy a hacer una colección hoy y mañana, voy a ser estrella’. Las estrellas están en el firmamento. Esto da trabajo y eso es lo que lo hace maravilloso.
Es conocido que, además de su faceta como diseñador, también se ha desarrollado en otras áreas. ¿Puede abundar sobre el particular?
Yo he hecho espejuelos, manteles, servilletas, ahora estoy en muebles. Tengo una línea de muebles muy bella. Tengo varias colecciones en el tintero.
Planes para el futuro.
Seguir trabajando arduamente y todos los días de mi vida. A mí me encanta levantarme todos los días y saber que voy a trabajar; me da mucha satisfacción. Debe ser muy triste levantarte y no gustarte lo que vas a hacer. A mí me encanta todo lo que yo hago y todo lo que me invento.
Nono también colabora con el Puerto Rico High Fashion Week, (antes San Juan Fashion Week) evento que fundó junto con otros colegas.
¿Cuáles han sido los mayores logros en su profesión?
Yo creo que mi crecimiento profesional. El aplauso es efímero, aunque importante, pero el crecimiento es lo que te llena y lo que verdaderamente le puedes dar a otras personas.
Si volviera a nacer, ¿escogería la misma profesión?
Sí.
¿Por qué?
Porque me ha llenado muchísimo, porque he aprendido montones, porque me ha llevado a unos mundos maravillosos, porque he conocido a una gente genial y divertida. Me ha realizado muchos sueños, muchas ideas, muchas cosas que siempre me interesaron. De volver atrás, empezaría todo de vuelta.