Moda de hombre: lo antiguo es lo nuevo
Esta corriente ha calado, con desigual grado, en la mayor parte de las propuestas que vistieron hasta el ayer la feria Pitti Uomo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Florencia (Italia).- La democratización de la moda, un fenómeno generado por grandes firmas como Zara y HM, ha tenido un efecto rebote: la huida de la producción en serie para abrazar materiales antiguos, como rafia y algodones poco tratados, e incorporan la imperfección de las arrugas y hasta el agujero.
Esta corriente ha calado, con desigual grado, en la mayor parte de las propuestas que vistieron hasta el ayer la feria Pitti Uomo, una de las citas de la moda masculina más importante del sector, que congrega a consagradas firmas italianas afincadas en la sastrería y propuestas más jóvenes y experimentales.
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"Todas nuestras prenda están tejidas y tenidas a mano, en cada jersey y camiseta puedes incluso apreciar las distintas tensiones que tiene cada tejedora", subraya a Efe, Pedro Castellano, uno de los creadores de Knitbrary, una empresa establecida en La Coruña (España), que se estableció con el objetivo de ser un archivo de técnicas artesanales de tejido.
Sus jerséis de punto recuerdan a los que una generación de abuelas realizó para sus hijos y nietos en época de escasez. Todos ellos también incorporan pequeñas imperfecciones del proceso de tejido artesanal que llevan a cabo artesanos peruanos que trabajan con materiales como algodón y "baby" alpaca.
Establecidos en 2011, sus diseños oscilan entre los 500 y 3,500 euros (de 562 a 3.900 dólares), y han conquistado el gusto por el "lujo artesano" de compradores de Japón -donde venden la mitad de su producción-, Francia, Austria o Suecia.
Este gusto por el punto de antaño se combina con zapatos de rafia trenzada, chaquetas de algodón de trama y estampado desigual, y accesorios de cuero viejo, desgastado, que parece haber sufrido el uso de décadas.
La arruga casi nunca fue bella en el mundo de la moda, pero el gusto de esta temporada por lo antiguo la incorpora en tejidos artesanales y pocos tratados, poblados por pliegues, imperfecciones y acabados desiguales de conservadoras gabardinas, camisas de entretiempo y hasta pantalones de vestir.
Incluso las firmas especializadas en la mas tradicional sastrería, han incorporado esta tendencia en telas que dejan entrever las diferentes tramas de hilos de los tejidos, con confección desigual y texturas mas rugosas y naturales, menos tratadas.
El tejido vaquero, en un abanico de propuestas que viajan desde el aspecto desgastado y agujereado para las propuestas más juveniles, hasta el denim mas conservador, se hace un hueco entre las apuestas mas fuertes de la feria, que poblarán los escaparates de la próxima temporada de primavera/verano 2016.
"No podemos traicionar las tendencias, pero tampoco nuestra esencia, las incorporamos en cada colección", explicó a Efe Manlio Massa, director de Antony Morato, una firma italiana que se dirige al un consumidor joven y cuya propuesta para la próxima temporada combina el gusto del gran publico con los vaqueros gastados.
Junto con esta mirada a lo antiguo, la feria ha decidido eliminar en su segunda edición el apartado de mujer, para crear un espacio "mas allá de los géneros" bajo el sello "Open", en el que congrega piezas que podrían entrar de igual modo en el armario de hombre como en el de mujer: ponchos, gafas de sol, camisas, camisetas y fulares con vocación unisex que buscan conquistar a un consumidor de gusto experimental y sin prejuicios.
Entre las propuestas mas arriesgadas, aparece el mono de aviador, con un patrón mas sofisticado y diseños que parecen extraídos del fondo de armario infantil: shorts reducidos a la mínima expresión, acompañados por camisetas que, si no fuera por la talla, se inscribirían en el universo mas infantil, con estampados de animales de estética pueril.
Estas tendencias son las que mas llaman la atención entre los compradores asiáticos, cuyos estilismos ganan en atrevimiento al resto de visitantes de la feria, y que acuden a esta feria no solo para ojear tendencias, sino para ser vistos y captados por la jauría de blogueros de "streetstyle" que sobrevuelan la feria.