Su ropa no es ni para gente “fea” ni para gente “gorda”.

Así de claro lo manifestó en 2006 Mike Jeffries, principal oficial ejecutivo (CEO) de la tienda Abercrombie & Fitch, en una entrevista para el portal Salon. Si bien hace años de su comentario, recientemente fue citado por Business Insider y el escándalo no se ha hecho esperar. De hecho, la reputación de la firma de moda, que no vende tallas XL y XXL en ropa femenina, ha comenzado a afectarse, según YouGov BrandIndex (que mide la acogida positiva o negativa sobre alguna marca).

Ante las repercusiones negativas de su comentario, al que se añade su declaración de que “en toda escuela hay jovencitos que son populares y otros que no son tan populares; nosotros vamos tras los que son populares”, Jeffries ha tratado de encontrar el modo de limpiar su imagen. Un intento fue posteando en Facebook que su compañía está “completamente opuesta a todo tipo de discriminación, bullying, burlas de estereotipos y toda clase de conducta antisocial”.

A nivel local, Primera Hora contactó al gerente de Abercrombie & Fitch en Plaza Las Américas, Eric González, quien manifestó que “es una visión personal de él (Mike Jeffries)” y que, en efecto, “él dice que el ambiente de la tienda es para personas good looking, que les guste estar a la moda, fashion. Él alega que quiere más exclusividad de su línea”. Aclaró que las ventas no se han afectado y que “aquí viene gente sobrepeso y compra mercancía, como perfumes, por ejemplo, pero no ropa porque no hay de su talla”.

González, quien destacó que en su equipo de trabajo “no todos son flacos”, compartió la anécdota de que “el martes vino una señora gordita de treinta y pico y en forma de broma me preguntó que si podía pasar a la tienda, y le dije que sí, por supuesto”.

Inicia su protesta

Por otro lado, ha comenzado a difundirse la iniciativa de Greg Karber, quien, indignado por los comentarios de Jeffries, decidió adquirir piezas de esta marca en una tienda de ropa de segunda mano en Los Ángeles (California) y donarlas a los deambulantes. “Pero yo soy una sola persona”, expresó en un vídeo que se ha tornado viral en YouTube, “y no puedo transformar una marca”, añadió, por lo que solicita a toda persona que done su ropa comprada “por error” en Abercrombie & Fitch a una entidad sin fines de lucro para lograr mayor repercusión a su protesta.