En 2019, tras varias polémicas y críticas por alentar a los antiguos estándares de belleza, Victoria’s Secret anunció el fin de su polémico desfile, un gran evento que se realizaba cada año y que acaparaba todos los reflectores, no sólo del mundo de la moda, también del espectáculo.

En eses entonces, la noticia dio mucho de qué hablar, incluso la reconocida marca de ropa detalló que trabajarían para reestructurar a la empresa y sobre todo poder reflejar su nueva visión. Ahora, cuatro años después, la empresa regresará a las pasarelas.

De acuerdo con información publicada por medios como Variety y The New York Post, el director financiero de la famosa marca, Timothy Johnson, reveló que este 2023 será el año en que “los ángeles” vuelvan a desfilar.

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Johson, durante una videoconferencia realizada hace algunos días, adelantó que buscan renovar este espectáculo y una de las medidas que han tomado es invertir en mercadotecnia para “respaldar y apoyar la nueva versión de nuestro desfile de moda”, el cual adelantó se tiene previsto para finales de año.

Sin embargo, no dio ningún tipo de detalle y tampoco se especificó la fecha exacta ni las modelos que participarían en el espectáculo.

Un portavoz de la empresa aseguró a la revista People que la compañía se ha tomado muy en serio el compromiso de defender a las mujeres, por lo que se encuentra innovando en todos los ámbitos.

Escándalos que rodearon a Victoria’s Secret

La marca no sólo fue señalada por vender una imagen de cuerpos extremadamente delgados y señalada por las estrictas dietas que varias de sus modelos confesaron que seguían para verse casi perfectas, también enfrentó acusaciones sobre falta de diversidad y de sexualizar a las mujeres.

Sin embargo, en 2019 el exdirector ejecutivo Les Wexner fue vicnulado con Jeffrey Epstein, quien fue acusado de tráfico y abuso a niñas menores de edad.

En febrero del 2020, el diario New York Times, publicó un informe en el que señalan a L Brands, empresa matriz de Victoria’s Secret, y su exdirector de marketing, Edward Razek, de crear una “cultura de misoginia, intimidación y acoso” dentro de la compañía.