Derroche de oro y glamour en la Gala del Met
La Gala del Museo Metropolitano de Arte volvió a su fecha tradicional del primer lunes de mayo tras dos años de desorden por la pandemia.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Kim Kardashian culminó el lunes la alfombra roja de la Gala del Met con uno de los vestidos más emblemáticos de Marilyn Monroe, un vestido envolvente dorado que Monroe usó cuando cantó sensualmente “Happy Birthday” al presidente John F. Kennedy hace 60 años.
Kardashian tuvo que perder un poco más de 16 libras para poder entrar en el vestido, diseñado por Jean Louis y adquirido en 2016 por el Museo de Ripley en Orlando, Florida, por 4.81 millones de dólares.
“Fue todo un reto”, dijo Kardashian. “Estaba determinada a entrar en él”.
El vestido costó originalmente 12,000 dólares. Era tan entallado que a Monroe se lo tuvieron que coser cuando ya lo tenía puesto el 19 de mayo de 1962 para cantar en un evento de recaudación de fondos en el Madison Square Garden. Monroe falleció tres meses después. Se ha conocido como el vestido “Happy Birthday, Mr. President” (Feliz cumpleaños señor presidente) desde entonces.
Blake Lively sonrió para las cámaras con su gran vestido de gala de Versace, acompañada por su esposo Ryan Reynolds vestido de terciopelo marrón, Billie Eilish recicló un vestido con mangas de encaje verde de Gucci y Cynthia Erivo llevaba un vestido de encaje blanco de Louis Vuitton con un tocado a juego para la Gala del Museo Metropolitano de Arte que volvió a su fecha tradicional del primer lunes de mayo tras dos años de desorden por la pandemia.
El tema de la gala era glamur dorado para celebrar el diseño estadounidense, sin embargo, muchos caballeros llevaban el clásico esmoquin negro y muchas de las damas vestidos negros y blancos. Otros rindieron homenajes literales a Nueva York y muchos más sí se atrevieron a brillar en tonos metálicos dorados y plateados.
“El negro y el blanco son LOS colores de la noche”, dijo Holly Katz, estilista y locutora del podcast Fashion Crimes.
Lively, una de las coanfitrionas de la gala, llevó un vestido rosa y bronce que se transformó en una capa brillante de azul cielo después de que tiraron de un gran moño que llevaba en su falda. El vestido de Lively se inspiró en la Estatua de la Libertad, el edificio Empire State y el techo azul de la Gran Estación Central de Nueva York.
“En vez de buscar en la moda para influir en el vestido, miré hacia la arquitectura de Nueva York”, dijo Lively.
Cardi B., acompañada por Donatella Versace era una diosa impresionante en dorado con un vestido de malla y cadenas, para un cumpleaños muy a modo para la diseñadora.
“Quería proyectar una mujer y Donatella da una mujer”, dijo Cardi quien hace poco dio a luz a un varón. La inspiración para su vestido era la belleza femenina de las Gibson Girls (dibujadas por Charles Dana Gibson) pero llevada a la modernidad.
Gigi Hadid parecía más una Gatúbela redefinida que una chica dorada. Lució un conjunto de pantalones látex color vino súper entallados con un corsé con transparencias y enorme y pesado abrigo que parecía una chaqueta deportiva de Versace.
Lizzo, por su parte, recibió aplausos cuando tocó su flauta dorada para los fans que veían a los asistentes.
Camila Cabello llevó un enorme vestido blanco de dos piezas con un top que dejaba al descubierto su abdomen, diseñado por Prabal Gurung. El productor de teatro Jordan Roth lució una vistosa capa que asemejaba un cascarón negro con protuberancias circulares y pantalones a juego igualmente adornados. Roth se retiró la capa que se podía usar también como falda.
Janelle Monáe dio una clase de estilo con un vestido negro entallado y brillante y un tocado con rayas blancas y negras de cristales que asemejaba a los gorros de las “flappers” de la década de 1920.
“Me siento orgullosa de ser estadounidense. Me siento orgullosa de usar Ralph Lauren. Este es el glamur dorado del futuro”, dijo Monáe a The Associated Press.
El alcalde de Nueva York Eric Adams llevó un frac con dibujos y una leyenda en protesta contra la violencia por armas de fuego en la espalda. La ex candidata presidencial Hillary Rodham Clinton llevó un vestido color vino diseñado por Joseph Altuzarra con nombres de mujeres destacadas bordados en el dobladillo y en el escote. Entre los nombres estaban Abigail Adams, Shirley Chisolm y Madeleine Albright.
Hacía tiempo que Clinton no iba a la gala.
“Le dije a Anna que vendré cada 20 años”, dijo.
El elenco de la película de Baz Luhrmann “Elvis” llegó con trajes brillantes, capas y vestidos de Prada. El astro del filme, Austin Butler, llevaba un traje negro y una mascada en el cuello con un broche con joyas. Luhrmann dijo que su película se trata, en el fondo, de Estados Unidos.
Maude Apatow, llegó con un vestido que le dejaba al descubierto sus hombros, complementado con joyería de Cartier, incluyendo una gruesa gargantilla de diamantes.
La coanfitriona de la transmisión por streaming de Vogue Vanessa Hudgens subió a las escaleras del Museo Metropolitano de Arte con un vestido negro de encaje con aire victoriano y una larga cauda. Estuvo acompañada por La La Anthony, otra anfitriona de Vogue con un vestido rojo oscuro con los hombros al descubierto de LaQuan Smith.
“Estoy prácticamente desnuda”, bromeó Hudgens.
“Esas escaleras son intimidantes”, dijo Anthony.
El regreso de la Gala del Met se sintió pronto y no es sólo una impresión.
Han pasado poco menos de ocho meses desde la gala anterior, un evento anual de recaudación de fondos para el Instituto del Vestido del Met. Antes de la pandemia, unos 600 astros de la moda, los deportes, la música, el cine, la televisión, la tecnología y más eran invitados. Este año y el pasado fueron invitados unos 400. La gala de 2020 se canceló por la pandemia.
Más de 16,4 millones de dólares se recaudaron el año pasado. El evento estelar es la principal fuente de ingresos para el instituto.
Este año la gala coincide con la inauguración de la segunda y última parte de la exposición del instituto enfocada en la moda estadounidense. El código de vestimenta de la noche era glamur dorado y pajarita blanca, al estilo de la edad dorada (conocida en inglés como Gilded Age), ese periodo efervescente entre la Guerra Civil Estadounidense y el comienzo del siglo XX conocido por sus barones ladrones, drama y grandeza.
La pasarela en la Gran Escalera del museo, adornada con rosas rojas, regresó este año a la gala a su fecha tradicional del primer lunes de mayo, con un streaming oficial en la página de Vogue.
La editora de Vogue, Anna Wintour, quien ha organizado la gala desde 1995, llevó un vestido con una capa con plumas de Chanel y una tiara con joyas que ha sido propiedad de su familia desde 1910. Sigue siendo una de las codirectoras honorarias de la gala junto con el diseñador Tom Ford y Adam Mosseri de Instagram. Los otros codirectores oficiales de la gala 2022 son Regina King y Lin-Manuel Miranda.
Aunque muchos en la lista de invitados cuidadosamente armada por Wintour siguen el código de vestimenta, otros van por la libre. La interpretación es muy ámplia. Por ejemplo, Rihanna con un tocado de papisa, o Billy Porter vestido de rey sol y cargado en un diván por hombres sin camisa, o Lady Gaga quitándose capas y capas de ropa mientras el mundo de la moda se detenía para verla.
Eilish llevó un corsé a la medida de Gucci en satén color marfil con encajes verdes y una falda con amplios pliegues. El vestido de Erivo tenía una gran cauda, la actriz le dio la mano a su colega Sarah Jessica Parker, quien llevó un vestido a la medida de Christopher John Rogers, un modelo de enormes rayas blancas y negras al estilo Cenicienta con un tocado igualmente grande en color fucsia y negro.
El vestido de Alicia Keys, firmado por Ralph Lauren, también estaba inspirado en su natal Nueva York, con una capa que evocaba a los rascacielos de la ciudad dibujados con pequeños cristales colocados a mano. Su esposo, Swizz Beatz, otro neoyorkino, llevaba una chaqueta deportiva de Nueva York.
Keys dijo que su vestido buscaba representar “una ciudad de dioses esta noche”.
El nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, llegó con su madre, Maye Musk, quien fue modelo e iba ataviada con perlas de Chopard y otras joyas. Elon llevaba un frac con faldones.
Tessa Thompson llevó un vestido de tul color rosa pastel de Carolina Herrera e iba acompañada por el diseñador Wes Gordon. Dijo que su vestido se hizo con 200 metros de tul. Gordon dijo que Thompson le contó que el rosa era su color favorito y a partir de eso hizo la creación.
Ariana DeBose resplandeció en un vestido Moschino dorado de Jeremy Scott.
“Este tipo me convirtió en alguien con moda de los Oscar”, dijo.
La gala incluyó una propuesta de matrimonio. El excandidato a la asamblea estatal Bobby Digi Olisa se arrodilló para pedir la mano de la sorprendida Laurie Cumbo, la comisionada de asuntos culturales de la ciudad.
Kardashian no llegó sola. La familia entera se dio cita, incluyendo a Kylie Jenner con un vestido blanco con un sombrero a juego, Kourtney Kardashian en un vestido de Thom Browne con su prometido Travis Barker también en un traje de Thom Brown. Kendall Jenner iba de negro, Khloe Kardashian de dorado y la matriarca Kris Jenner de amarillo canario.
Para Gwen Stefani, en glamur dorado aparentemente significó verde neón, con largos guantes para la ópera y un corsé corto para ir con su larga falda adornada con flores.
Sin su esposo Justin Bieber, Hailey Bieber caminó con un elegante vestido de Saint Laurent duseñador por Anthony Vaccarello con un saco con plumas blanco.
Katy Perry, quien ha sorprendido en la gala vestida de hamburguesa y otros modelos extravagantes, llevó un recatado vestido Oscar de la Renta en esta ocasión.