La palabra “cervecero” podría evocar connotaciones negativas en algunas personas. Pero, como suele suceder, las nociones preconcebidas raras veces son acertadas y, francamente, son poco productivas. Por eso, en A tu manera quisimos contribuir a aclarar malentendidos, resaltando la imagen de los entusiastas de un pasatiempo que cada vez cobra más auge en Puerto Rico. Se trata de los cerveceros artesanales, personas curiosas, imaginativas y, por añadidura, con muy buen paladar, que se entretienen elaborando cerveza fresca en sus propias casas y para su propio consumo.

Quien nos llevó de la mano por el fascinante mundo de este refrescante hobby fue Billy Norris, propietario de Caribbean Brewing, en Carolina. En este negocio, “único en el Caribe”, según aclaró el empresario, “estamos vendiendo todo lo que se requiere para hacer cerveza artesanal”.

El que lo hereda...

Billy Norris confesó que lleva “aproximadamente 18 años haciendo cerveza. Me inicié en este hobby por mi papá, quien era el que originalmente hacía cerveza casera. En años más recientes, mi hermano menor se interesó en este tema y, siempre que podía, me acompañaba en mis sesiones de homebrewing. La fascinación por hacer estilos de cerveza que no estaban disponibles en la Isla nos llevó a hacer un estilo diferente cada semana con la idea de probar en un año todos los estilos que pudiéramos”.

Para sorpresa de ambos jóvenes, por aquel entonces, el pasatiempo resultaba sumamente oneroso. “Los altos costos de envío frenaron un poco nuestro entusiasmo, ya que, antes de que existiera Caribbean Brewing, cualquier artículo relacionado con este hobby se tenía que traer desde los Estados Unidos. En ese momento, se nos ocurre la idea de explorar en las redes sociales si existía alguien haciendo cerveza aquí, en la Isla. Por eso, abrimos una cuenta en Facebook donde creamos un grupo llamado Homebrewers de Puerto Rico, y mi hermano escribió lo siguiente en las palabras de apertura del grupo: “Este grupo es para que se unan personas que están produciendo cerveza casera actualmente en Puerto Rico o que están interesados en hacerlo en algún momento o para aficionados a la cerveza. Hasta el momento, no hemos podido hablar con alguna persona que haga cerveza en Puerto Rico, así que, por favor, rieguen la voz a ver si se puede crear en algún momento una pequeña comunidad de homebrewers puertorriqueños”.

¡Se les dio!

Luego de hacer su llamado en Facebook, “poco a poco”, recordó Norris, “fueron apareciendo personas que, aunque no hacían su propia cerveza, eran aficionados a las cervezas artesanales. Una de estas personas vivía en Canadá, pero viajaba constantemente a la Isla, y traía cervezas artesanales de diferentes partes de Estados Unidos y Europa. Acá nos reuníamos para degustar las cervezas que él traía y, a la misma vez, las comparábamos con las cervezas hechas por mi hermano y por mí”.

Sumamente complacidos quedaron ambos al comprobar que, “en muchas ocasiones, nuestras cervezas salían favorecidas sobre las comerciales. A la misma vez, el grupo de Facebook crecía en apoyo y empezaron a aparecer personas que hacían cerveza casera o estaban interesadas en hacerla”.

Como pronto comprobaron que todo el mundo enfrentaba el mismo problema de los altos costos de envío de los materiales necesarios, los hermanos decidieron “establecer una tienda dedicada a todo lo relacionado con el homebrewing”. Siendo el único en su clase en el Caribe, decidieron llamarlo Caribbean Brewing, y opera desde mayo de 2009. Y, aunque el hermano de Norris “ya no está en el negocio porque empezó a estudiar derecho, mi esposa, Yanira Pagán, se unió a tiempo completo”.

No es sólo para hombres

Algo notable entre los aficionados a las cervezas artesanales es que las féminas han demostrado tener tanto gran interés como considerable arte en la elaboración de lasmismas.

Al pedirle a Norris que nos definiera el perfil de su cliente promedio, además de mencionar a las muchas damas que conforman su nutrida clientela, lo primero que nos aclaró fue que no se trata de personas “interesadas en beber grandes cantidades de alcohol”. Muy por el contrario, se trata, “más bien, de un entusiasta de todo lo que es hecho con sus propias manos. Son personas educadas, muchos de ellos estudiantes de ingeniería, biología, agronomía, etc. Una gran cantidad de los que vienen son personas con un alto sentido de la conservación del medioambiente. Sorprendentemente, vienen muchas mujeres con sus esposos y ellas son las que elaboran la cerveza y sus esposos las ayudan a elaborarla y, por supuesto, a beberla”.

Curiosamente, las edades de los cerveceros artesanales abarcan un espectro de la población increíblemente amplio, pues, de acuerdo con Norris, sus clientes “están entre los 24 años y los ochenta y pico”.

Tómalo en cuenta

Algo que Billy Norris se apresura a aclararles a todos sus clientes desde la primera vez que visitan su negocio es que “los que quieran hacer cerveza deben ser mayores de edad. Por otro lado, la ley federal permite a cada individuo mayor de edad hacer 100 galones de cerveza al año para su propio consumo. Si en el hogar viven dos adultos, el máximo es de 200 galones al año. Pero, es importante enfatizar que el hacer cerveza en la casa es legal sólo para el consumo y no para la venta”. También aclaró que “en Caribbean Brewing no vendemos alcohol, solamente equipos, utensilios e ingredientes para la elaboración de cerveza artesanal”.

¿Qué es lo que se necesita?

Según Billy Norris, con una inversión estimada de alrededor de $150 puedes empezar a elaborar tu propia cerveza casera. A continuación, lo que necesitas:

 Kit básico para hacer cerveza. Éste incluye una paila para fermentar y otra para embotellar, el instrumento para poner la chapas en las botellas, un sifón, un termómetro y un hidrómetro. 

Olla de acero inoxidable  de cinco galones

Lúpulo

Cebada malteada

Extracto de malta

Levadura

Especias

Utensilios (cuchara, colador, termómetro adicional, etc.)

El proceso

Partiendo de que ya Norris estableció que con dedicación y paciencia cualquiera puede 

elaborar cerveza en casa, éstos son, en esencia, los pasos  a seguir:

Poner  dos galones y medio de agua en una olla grande

Llevar el agua a punto de ebullición 

Añadir el extracto de malta y el  lúpulo

Hervir por una hora

Enfriar el mosto (el producto antes de su fermentación) a 85° F o menos

Añadir dos galones y medio de agua fría

Añadir la levadura y fermentarlo en una paila, tapado, por una semana

Embotellarlo y dejar fermentarlo en un lugar fresco por dos semanas más

¡Dátela bien fría!