Recientemente, el tabloide británico “The Daily Mirror” sacó un reportaje sobre una práctica que está cobrando cada vez mayor arraigo entre los jóvenes. Se trata de la aplicación selectiva de bloqueador solar, de manera que queden partes del cuerpo desprotegidas que puedan quemarse con el Sol… pero, de manera “artística”, según reclaman sus adeptos.

Mientras la mayoría de las personas hacen lo imposible por lograr que no les queden marcas de sus trajes de baños –retirándoles los manguillos a los bañadores… o hasta desnudándose por completo–, ahora resulta que cientos están haciendo las maromas más increíbles para que les queden diseños de diversos tipos sobre la piel.

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Dichos diseños se logran de diferentes maneras: con plantillas (“stencils”) o con bloqueadores solares untados de manera estratégica para que las partes que queden al descubierto revelen la imagen deseada.

Dada la peligrosidad de esta práctica–que es obvia porque, ¿quién no ha, por lo menos, escuchado hablar de alguien que le haya dado cáncer en la piel?–, hay quienes creen que no se va a poner de moda. Sin embargo, es preciso enfatizar que el cáncer de la piel es la forma de cáncer más común en Estados Unidos. En el 2011, nada más, 65,647 personas fueron diagnosticadas con melanomas de la piel. De esas, 9,128 murieron a causa de ello, según datos del Centro para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

Irónicamente, la mayoría de los cánceres de la piel son completamente prevenibles. Por eso, celebridades como Hugh Jackman –quien ha sido operado de cáncer en la piel de su nariz, en varias ocasiones durante los pasados dos años– se preocupan por llevar un mensaje de sensatez y prudencia. “En mi generación”, le dijo Jackman al “L.A. Times” en el 2013, “había la creencia de que si te quemabas lo suficientes como para que tu cuerpo entero se pelara dos veces, estabas hecho por el resto del verano. Nunca más volveré a dejar que eso suceda”.