Arte en una taza de café

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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Las pasiones que se depositan en la cocina son de sobra conocidas. Una clara afirmación de este fenómeno es la novela Como agua para chocolate de Laura Esquivel, quien en el relato devela cómo aquello hecho con amor tiene mayúsculos efectos en el comensal.
Nada muy lejos de la realidad, al menos para las baristas puertorriqueñas Kathy Muir y Steffany Vázquez, quienes con su fijación por el café apuestan a la felicidad de aquel que pruebe sus obras.
“Mientras preparo el café, yo siento que en cada taza doy algo de mí. La mayor satisfacción como barista es entregar una buena taza de café y ver cómo la gente adora el café”, expresa Vázquez, quien asegura que, al igual que su madre hizo, siempre ha querido recoger este producto agrícola.
Cuenta Muir, por su parte, que con cada café que confecciona se siente portadora de la historia y el arte que yacen en esta bebida porque hay quien “da por sentado que lo pongo en la cafetera y ya se hizo”.
Con esa entrega, Muir y Vázquez, de 18 y 21 años, respectivamente, despuntan en la industria cafetalera, mientras el presente tiene tinta de ilusión por sus participaciones en la convención de café CoffeeCast, que se celebrará el viernes y sábado en el Centro de Convenciones de Puerto Rico.
El aroma invita
La llegada de estas ávidas profesionales al universo cafetalero fue obra de las casualidades de la vida, según narran.
“No lo busqué; el café llegó a mí. Como yo venía de estudiar Artes Culinarias, pues se relaciona. Es algo que tú hiciste y lo estás entregando a otra persona y esa satisfacción se comparte tanto en la cocina como en el barismo”, indica Vázquez, quien tras pasar un día por el Barista Espresso Bar, en Hato Rey, recibió una invitación para conocer sobre el café. Hoy día, éste es el terreno de creación de la egresada de la Escuela Hotelera de San Juan de la mano de su mentora Enid Guerra, propietaria del local.
Muir, similar a Vázquez, penetró los confines del café gracias a su apetito por el intercambio comercial. “Desde pequeña siempre me han gustado los negocios y siempre tuve en mente un coffee shop, pero no sabía sobre el barismo”, explica quien también recibió la inspiración de la barista Erica Reyes, dueña de Café Colao -ubicado en el Viejo San Juan- y su actual jefa.
Ver a ambas chicas trabajar entraña conocer la agilidad del más experimentado. La seguridad que poseen es lo que precisamente les ha permitido adentrarse en una industria donde priman los hombres.
Tanto Vázquez como Muir sostienen que la entrada al terreno de los baristas no fue “tan difícil”, aunque lo más retante ha sido “la aceptación” entre un puñado de colegas.
Muir recuerda que “en una convención me topé con una persona mayor que me preguntó '¿Tú eres barista?' y al contestarle sí, me dijo, 'no puede ser porque tú eres mujer'”. La estudiante, que cursa su primer año en Comunicaciones en la Universidad de Puerto Rico, agrega que si bien “en las competencias la mayoría son hombres, hay más mujeres baristas. Es como dicen, somos pocos los que nos atrevemos a movernos al frente”.
Dibujo líquido
Más allá del sabor, la presentación de un café suele impactar a los amantes de esta bebida, particularmente por el arte del latte (el dibujo que se contempla en la superficie del café).
Vázquez, quien lleva como barista dos años y medio, detalla que para lograr dicha obra, aparte de práctica, “hay que tener un buen espresso, y hacer una buena leche con consistencia y una espuma aterciopelada para que puedas dibujar encima del café”.
Tulipanes y corazones son algunas de las imágenes que suelen realizar en el café. “A veces les sirves un gato, un oso, o lo que te pidan, y quedan locos. Cada vez que uno practica, es como el lápiz y el papel del barista”, comenta Muir sobre la inspiración que ha descubierto en ocho meses de profesión.
El brillo en los ojos de estas trabajadoras -quienes competirán en el 7mo Campeonato de Baristas de Puerto Rico en el CoffeeCast- tiene su razón de ser en la pasión que encierra vivir una vocación. “El café es unión”, concluye Vázquez sobre la bebida que inicia el día de muchos y acompaña las citas de otros tantos.
El respeto que Muir y Vázquez reciprocan al café es, sin duda, el calor diario que matiza sus jornadas cafetaleras.
Primera convención
Empresas locales e internacionales, baristas y amantes del café se encontrarán en CoffeeCast, la primera convención del café, la cual se celebrará este viernes y sábado en el Centro de Convenciones de Puerto Rico. La entrada para el público en general será a $10. Para detalles de CoffeeCast, llama al 787-603-8884 o accede a www.coffeecastpr.com.