Si eres de los muchos y muchas que este año cocinarán su primer pavo para celebrar el Día de Acción de Gracias, seguramente llevas semanas buscando el consejo y apoyo de cocineros expertos. Claro que, con toda probabilidad, la gente habrá aprovechado para ufanarse de que sus recetas y su modo de preparar el ave en cuestión son los mejores. “Yo lo adobo como nadie” y “Mi relleno es el más sabroso”, serán algunas de las frases que escucharás a menudo por estos días.

Pero, si tus conocidos y allegados son sinceros y valientes, también estarán los que confesarán sus errores y horrores, entre los que, sin duda, estarán:  “Lo metí al horno, pero no lo prendí”, “Se me olvidó meterle el relleno” o “A mí se me quemó”.

Y es que  un “pavo exitoso” depende de mucho más que el adobo, la sazón y el procedimiento de cocción.
De modo que para el día de la celebración lo pases sin ninguna pena, pero con mucha gloria, a continuación, compartiremos contigo una serie de detalles importantes que deberás tener en mente al prepararte para la ocasión.
 ¡Ah!, y no dejes de dar las gracias por todas las bendiciones que la vida te ha prodigado porque, estén las cosas como estén, siempre hay razón para estar agradecidos.

Guía de cocción
  Aunque tengas un termómetro para carnes -o, en caso de que hayas desechado las instrucciones del empaque del pavo-, siempre es bueno tener una guía aproximada para los tiempos de cocción del pavo en un horno a 325° F (temperatura mínima recomendada por el USDA).

Para una pechuga de pavo, sin relleno, contempla:

Tamaño - Tiempo
 4 a 6 lbs     1 1/2 a 2 1/4 horas
 6 a 8 lbs     2 1/4 a 3 1/4 horas 

Para un pavo completo, sin relleno:
 Tamaño -Tiempo
 8 a 12 lbs      2 3/4 a 3 horas
 12 a 14 lbs    3 a 3 3/4 horas
 14 a 18 lbs    3 3/4 a 4 1/4 horas
 18 a 20 lbs    4 1/4 a 4 1/2 horas
 20 a 24 lbs       4 1/2 a 5 horas

Para un pavo completo, con relleno:
Tamaño - Tiempo
 8 a 12 lbs    3 a 3 1/2 horas
 12 a 14 lbs     3 1/2 a 4 horas
 14 a 18 lbs    4 a 4 1/4 horas
 18 a 20 lbs    4 1/4 a 4 3/4 horas
 20 a 24 lbs    4 3/4 a 5 1/4 horas

Antes

-No compres un pavo más grande de lo que necesitas y calcula el tamaño del ave a razón de una libra por persona.

-Recuerda que todo se acompaña con más comida, bebidas y postres.

-Nunca descongeles el pavo a temperatura ambiente. Si lo haces, en cuanto la temperatura de la carne empiece a subir, también empezarán a multiplicarse las bacterias. Mejor, descongélalo en la nevera, permitiendo un día por cada cinco libras. O sea, un pavo de 15 libras  tardaría tres días en descongelarse.

-Evita la contaminación en la nevera, guardando el pavo en una bandeja y debajo de ésta, poniendo varias hojas de papel toalla.

-Tampoco  lo descongeles en el microondas. Si lo haces,  la carne quedará gomosa y medio cocida por fuera. Para acelerar el proceso, sumerge el pavo helado -en su empaque original- en agua fría y cambia el agua cada 30 minutos hasta que casi esté  descongelado. Sécalo y devuélvelo a la nevera para que descongele por completo.

-Si rellenas un pavo crudo y lo dejas de un día a otro en la nevera, pueden surgir bacterias.  Rellénalo sólo cuando ya esté listo para meterse al horno.

-Es obvio, pero hay que decirlo: lávate las manos  siempre que manejes carne cruda. Usa un desinfectante para limpiar las superficies sobre las que trabajaste. Y no uses los mismos utensilios para alimentos crudos y cocidos.

Durante

-No  ases el pavo en un horno “frío” o “lento” (300°F o menos), “para que se cocine jugoso” porque  las bacterias harían fiesta en una carne cruda que pasaría varias horas con una temperatura interior de 140°F o menos.

-Tampoco lo cocines a medias el día anterior porque pasaría lo mismo. Y asarlo por completo  para  guardarlo entero, en la nevera (medio caliente todavía) para el siguiente día tampoco se recomienda porque el calor que generaría  podría  afectar los otros alimentos. Si quieres asar el pavo con antelación, córtalo y déjalo refrescar   antes de guardarlo.

-Si pinchas las alas  debajo del cuerpo, no se quemarán.

-Asa el pavo boca abajo primero y, luego, boca arriba y la pechuga no se resecará.

-Lo ideal es preparar el relleno por separado y servirlo por el lado, pues  un pavo relleno  tarda más en terminar de cocinarse.

-Trata de no abrir el horno mientras se cocina.

-Usa un termómetro para carnes y mide la tempera- tura del ave en la parte más gruesa de la pechuga y en la parte interior del muslo (sin tocar los huesos). La  pechuga debe marcar 165°F y la cadera, entre 175°F y 185°F.

-Si no tienes un termó- metro,  pincha el pavo y fíjate que el “juguito” salga transparente. Si sale rosado, devuélvelo al horno.

Después

-Antes de  cortar y servir el pavo,  déjalo reposar de 15 a 20 minutos para que los jugos de la carne se asienten bien y no chorreen al primer corte. Además, así evitarás quemarte.

-No dejes  las sobras del pavo a temperatura ambiente por más de dos horas.

-Antes de guardarlas en la nevera, deshuesa la carne para que se refresque debidamente y se conserve mejor.

-No consumas las sobras del pavo después de tres o cuatro días de estar en la nevera. Si te sobró gravy, no lo uses después de dos días de refrigerado.

-En vez de guardar la comida que sobre, habla con tu iglesia o iniciativa comunitaria más cercana para que te digan cómo puedes compartir tu festín con los menos afortunados.

-Luego de la celebración, si te sientes muy mal -con fiebre repentina, mareos y o confusión-, no se lo achaques sólo a la comelata, ya que podría ser una intoxicación. Mejor consulta con un médico de inmediato.

Pavo 911

Si, además de todos los consejos anteriores, todavía necesitas una ayudita con tu ave, este año, los pavos Butterball pone a disposición de todos los cocineros -tanto veteranos y principiantes- una línea telefónica de ayuda para contestar las preguntas  que surjan al momento de cocinar el pavo.

 El número a llamar, libre de cargos, es 1-800- BUTTERBALL. Los expertos de la llamada “Universidad Butterball”, contestará tus preguntas en español.

Por si fuera poco, en la página www.butterball.com hay recetas, consejos y una tabla para calcular el tamaño del pavo  de acuerdo con el número de comensales.

Por si fuera poco,  cada pavo viene acompañado con instrucciones precisas para su cocción y el ave incluye un gancho especial para meterlo y sacarlo del horno.