Los conocemos por sus propiedades que contribuyen a deleitar nuestro paladar. Pero no todos saben que detrás del toque delicioso que imparten  varios alimentos, se encuentra un  gran potencial para mejorar nuestra salud.

“Estudios científicos han demostrado que existen alimentos definidos como funcionales”, explica la Lcda. Mariela del Carmen Rodríguez, experta en nutrición y dietética.  “Se les confieren atributos tales como prevención y/o tratamiento de enfermedades”.

La nutricionista añade que “la Asociación Americana de Dietética los define como alimentos íntegros o fortificados, enriquecidos o mejorados que han demostrado brindar beneficios al estado de salud del que los consume regularmente y como parte de una dieta variada y balanceada”.

De ahí que, sin lugar a dudas, “puede ser muy ventajoso  incluir una variedad de alimentos funcionales para el tratamiento y prevención de enfermedades”.

A su vez, un aspecto favorable es que resulta muy sencillo integrarlos a nuestra dieta. “Sólo debes conocerlos y asegurarte de consumirlos regularmente y como parte de una dieta variada y balanceada”.

Por otro lado, cabe recordar que, más allá de sus propiedades sanadoras, “los alimentos no sustituyen tratamientos médicos”.  Y si tienes dudas “sobre una posible interacción entre tu dieta y el tratamiento médico, consulta con un nutricionista licenciado y con tu médico”.

Para citas con la licenciada en nutrición Mariela del Carmen Rodríguez:  marieladelcarmen@gmail.com.

Prueba sus beneficios

Jugo de lima- Ha demostrado ser un antibiótico natural en contra del desarrollo de cólera y otras bacterias patógenas en el intestino.
 
Ajo  - Su componente alicina le confiere efectos antibacteriales y antifúngicos.  Una alta concentración de ajo reduce el número de microorganismos tales como E. coli y “Estafilococos albus”.  Sin embargo, cabe aclarar que  estos efectos se reducen si el ajo es expuesto al calor. A su vez, miembros de la familia del ajo como  la cebolla, el hinojo y los cebollines han demostrado tener propiedades similares.

Rábano picante (“horseradish”) - Protege contra intoxicación alimentaria.  Previene que se adquiera una infección por ingesta de alimentos contaminados.

Aceite de coco  - Los ácidos grasos de cadena media (ácido láurico) que se encuentran en este aceite tienen efectos antibacteriales, antivirales y antiprotozoales. Este ácido destruye los patógenos, disolviendo las grasas y los fosfolípidos que se desarrollan alrededor de estos microorganismos, desintegrándolos.  La única fuente alterna del ácido láurico es la leche materna.

Aceite de orégano - Los componentes timol y carvacrol en este aceite inhiben el crecimiento de dos gérmenes asociados con infecciones en la piel (“Pseudomonas aureginosa y estafilococos aureus”).
 
Canela  -Dentro de los beneficios que tiene esta especia para la salud, se incluye que es un buen agente antifúngico y antibacterial.

Miel  -Es un poderoso antibacterial, combatiendo el desarrollo de al menos 60 tipos de bacterias, incluyendo las resistentes bacterias Gram positiva.