A la hora de vestir
Los padres deben dejar claramente establecido qué tipo de ropa es permisible.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
PUBLICIDAD
Tu chico, ¿quiere ir a todas partes con sus tenis favoritos o la camiseta de su personaje preferido? ¿Y qué tal con tu pequeña? Se rehúsa a salir de casa a menos que se haya puesto todas las hebillas que se cruzan en su camino. Paciencia, esto es una conducta normal en su desarrollo. “Cuando los pequeños llegan a los tres o cuatro años comienzan a mostrar cada vez más su interés por ser independientes y esto se ve reflejado al momento de vestirse. Comienzan a elegir sus prendas, no quieren colocarse aquellas que no les gustan o simplemente intentan vestirse solos”, explica la psicóloga clínica Bertis Delgado.
¿Qué mensaje están enviando los pequeños con esta conducta? “Quieren demostrar que son una persona individual con sus propios criterios. Eso es bueno y es importante que suceda para que el niño se vaya definiendo, que pueda proyectar una imagen propia. Es muy apropiado y como padre debes permitirlo dentro de unos criterios que vas a establecer”, indica Delgado. Uno de ellos es que los niños tengan claro que habrá ocasiones que requerirán vestir de una manera especial, lo que puede o no ir a la par con sus deseos.
“Hay niños que tienen una personalidad definida desde bien temprano. Ya desde el año o dos años de edad, los padres le van a poner una ropa y no la quieren, o se la tratan de quitar”, señala Delgado. De igual modo añade que, “cuando son más grandecitos, de tres a cinco años, tienen sus personajes favoritos como son los héroes y las princesas, y quieren toda la ropa con ese motivo”. En torno a esta última conducta, la psicóloga exhorta a estar alertas. “Los pequeños con trastornos del desarrollo como, por ejemplo, el autismo, tienden a tener conductas obsesivas con personajes o ropa específica y los papás los complacen por no verlos llorar”. En estos casos, se recomienda asesoría de un profesional.
Ya a los seis años de edad, los niños muestran estilos específicos. Según la psicóloga, en esta etapa, “cuando vas a comprarle ropa, puedes permitirle que la escojan dentro de tu presupuesto y de tus esquemas de lo que permites y no permites y de lo que es aceptable para su edad”, señala.
Para los chicos, ponerse ropa de mamá o papá es un juego. Según la psicóloga, esto es permisible. “Comprarle (a una niña) los maquillajes que no pintan se puede permitir, pues está imitando a mamá. Pero cuando son más grandecitos y se lo permitimos, y quieren hacer cosas de adultos, como cortarse el pelo con un estilo particular o ponerse una pantalla, le damos acceso a un mundo al que no deberían tener acceso porque no tienen los criterios para protegerse”.
Además, añade que “no hay por qué adelantarle las etapas. Como padre, debes ser firme y establecer límites. A veces, veo que los papás no se sienten con la autoridad. Los hijos los retan y dan muchas explicaciones, no debe ser así. Tú le explicas una vez y ya. No es no”, dice.