Hace más de cuatro décadas, don José Rivera y su esposa, Carmen Lydia Rivera, decidieron poner un colmado en el barrio Cuchillas, sector La Moca en Morovis, para suplir las necesidades de sus vecinos, quienes residen justo en la colindancia con Corozal.

El negocio ganó tanta popularidad que, sus dueños, vendían la mercancía “con y sin”, para ayudar a los que no tenían dinero para pagar la compra, a través del famoso “fiao” y, de paso, transportaban a la gente hacia sus respectivos hogares.

Así nació el Colmado y Cafetín La Moca, el secreto gastronómico mejor guardado en el pueblo pues, para encontrarlo, hay que adentrarse en el corazón moroveño, hasta llegar a una estructura que mantiene su fachada campechana.

El lugar posee el encanto de la cocina rústica, en un ambiente familiar, mediante deliciosas recetas elaboradas con productos del patio que mantienen la frescura en cada bocado.

“Esto siempre fue el colmado del barrio. Nosotros abrimos aquí cuando las cosas estaban malas. Empezamos cuando las cervezas estaban a 30 chavos. Eso fue en 1981. Por ahí seguimos y aquí estamos”, expresó don José de 73 años.

Mientras que, doña Carmen Lydia, recordó que la idea del restaurante surgió a petición de unos trabajadores de la construcción que, para ese entonces, no encontraban un lugar cercano para comprar comida caliente.

“Empezamos con tres almuerzos: arroz, habichuelas, arroz blanco y un arroz colorao, viandas con bacalao que, es también típico y a la gente le gusta. Hasta el sol de hoy, estoy vendiendo lo mismo. Las carnes las varío. Arroz colorao puede ser arroz junto con habichuelas, arroz con jamón o arroz con salchichas”, relató la mujer de 70 años.

El establecimiento abrió por primera vez en 1981.
El establecimiento abrió por primera vez en 1981. (WANDA LIZ VEGA)

Así las cosas, el menor de sus tres hijos, Emmanuel ‘Maelo’ Rivera Rivera, quiso hacerse cargo del negocio familiar para el 2014, cuando estableció el concepto de cenas.

De hecho, a sus 41 años, Maelo recuerda “cuando venían los viejitos con la libreta y hacían la compra, porque eso estaba lleno ahí de misceláneos. Ellos hacían la compra, mi papá los llevaba a la casa y ellos anotaban todo. Yo llegué a llevar a los viejitos a la casa con la compra”.

Sin embargo, luego de trabajar para una farmacéutica por 15 años, Rivera Rivera y su esposa, María Betzaida Díaz, cambiaron el rumbo de sus compromisos profesionales para dedicarse al restaurante que, cuenta con el respaldo de locales y visitantes.

“Empezamos mi esposa y yo trabajando los viernes, con par de mesitas y, gracias a Dios, hemos triunfado, hemos tenido el apoyo de la gente. Mi esposa siempre en la cocina, yo en la barra haciendo tragos y sirviendo cervezas”, sostuvo el hombre quien posee un grado asociado en química.

Asimismo, aclaró que, el menú de almuerzos se mantiene vigente de lunes a jueves, de 9:00 de la mañana a 1:00 de la tarde. Todo, con el toque de doña Carmen Lydia quien aún trabaja en el lugar junto con su marido y su nuera.

“En almuerzos, hay arroz blanco, habichuelas, arroz guisado y chuletas todos los días. Al igual que la carne de cerdo, vianda con bacalao, biftec, cadera empanada y pechuga. Todos los días, mi mamá ablanda habichuelas y por eso a la gente le gusta porque es calidad”, apuntó.

“Nosotros arrancamos con el menú de cena los viernes y sábados, de 4:00 de la tarde a 9 de la noche. Ellos (sus padres) son mi mano derecha, son todo aquí y, mi esposa ni se diga. Tenemos un equipo de excelencia”, agregó al destacar que la operación genera siete empleos adicionales.

Entretanto, el menú consta de una amplia variedad de mariscos, carnes y aves, en “recetas de nosotros. Mi mamá hace el sofrito con productos de acá”.

Para comenzar, Emmanuel recomendó como aperitivo, el ‘sampler La Moca’, que tiene carne de cerdo, sorullitos de maíz, palitos de mozzarella, strips de pollo, tostones, papas fritas, queso frito y bacalaítos.

La acogedora estructura mantiene su fachada campechana.
La acogedora estructura mantiene su fachada campechana. (WANDA LIZ VEGA)

Los mariscos son parte de los platos principales, con opciones tales como: camarones al ajillo, a la criolla o a la mantequilla; filete de salmón, filete de dorado, ensalada de pulpo, pechuga rellena de camarones, mariscada, entre otros.

En cuanto a carnes, “hay churrasco, pechugas al ajillo, a la plancha, a la milanesa o empanada, rellena de mofongo que es el plato de La Moca, o de amarillos, o de bifongo”.

“Siempre tenemos carne de cerdo frita, caldo de pollo, carne ahumada, alitas fritas, longaniza de pollo que, la preparamos nosotros, mofongo relleno de churrasco, el mar y tierra que es un plato que comen dos personas y la chuleta can-can”, resaltó el padre de dos hijos.

Igualmente, “contamos con menú para niños: pechuga al ajillo, a la milanesa, empanada, así como nuggets, pechuga a la criolla y alitas fritas”.

“En postres, tenemos flanes, cheesecake frito y bizcocho de chocolate y, también tenemos la barra con variedad de licores y cervezas”, acotó sobre el lugar cuya capacidad es para 70 personas.

Finalmente, le preguntamos a don José, qué significa el lema “con y sin”.

“Eso quiere decir ‘con chavos y sin prisa”, apuntó, mientras miró fijamente a su esposa que, no pudo aguantar la risa.

Para detalles puede llamar al 787-377-1688 o acceder a: La Moca “Con y sin” en Facebook.