Hace poco más de un año, Paulina Escanes decidió dar un paso gigante y abrir su segundo restaurante en Liberty Square, Guaynabo. Aunque llevaba más de cinco años con su exitoso local en Condado, esta expansión fue otro nivel de reto: desde el diseño y construcción hasta la ingeniería de la cocina y la selección de cada plato, silla y vaso.

En este nuevo espacio, Paulina ha encontrado la libertad para seguir innovando, fusionando ingredientes, técnicas y su creatividad sin miedo. Ha logrado que cada plato cuente una historia, que cada bocado sorprenda, pero sin perder la esencia que la ha convertido en un referente del casual fine dining en la isla. No es solo comida, es su manera de conectar con la gente y compartir su amor por la gastronomía.

“Ver cómo este sueño tomó vida y se llena de gente que disfruta lo que hacemos es lo que hace que todo el esfuerzo valga la pena. Ha sido un reto enorme, pero tengo un equipo increíble y juntos hemos logrado que Liberty Square se sienta como mi cocina en México”, compartió Paulina mediante declaraciones escritas.

Entre los grandes aciertos en el nuevo local, está el popular brunch. Desde el primer fin de semana, la gente ha respondido con entusiasmo, convirtiéndose en clientes fieles que regresan una y otra vez. Entre los favoritos están sus chilaquiles con chorizo y manchego, un plato que transporta directo a México con cada bocado: chorizo, huevos revueltos, tomate, cebolla y totopos de maíz crujientes que le dan el toque perfecto. Y no se puede hablar del brunch sin mencionar los famosos fluffy pancakes de Paulina, hechos a la perfección en el horno, dorados por fuera, suaves y aireados por dentro, con la opción de disfrutarlos solos o con arándanos frescos. Son el tipo de pancakes que crean foodies y hacen que la gente regrese por más.