El puertorriqueño Antonio Bachour, reconocido como el “Mejor Pastelero del Mundo 2024″ por The Best Chef Awards, tiene un nuevo sueño en mente: traer su concepto de alta pastelería a la Argentina.

Con una trayectoria que comenzó a los 13 años, influenciado por sus raíces libanesas y la pasión familiar por la cocina, Bachour logró consolidar su nombre en la escena internacional, pero su ambición no se detiene ahí.

Criado en Puerto Rico, en una familia de comerciantes con una fuerte tradición culinaria, Antonio descubrió su pasión por los postres desde muy joven. Su madre preparaba postres todas las noches, una mezcla de recetas libanesas y puertorriqueñas que lo llevaron a enamorarse del mundo dulce.

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“Desde pequeño me encantaban los dulces, era muy goloso. A los 13 años comencé a trabajar en la pastelería familiar y desde entonces no paré. La pasión fue creciendo cada día más”, dijo a LA NACION.

Bachour es dueño de cuatro restaurantes y panaderías en Miami y dos en México, entre ellos Habibi, un restaurante de cocina libanesa moderna; el Bachour Merida, especializado en pastelería con una amplia oferta de bollería y panes, y Bachour Bistro, dedicado al brunch diario.

En 2023, inauguró Tablé, un restaurante con esencia de brasserie, pero con un enfoque moderno y sofisticado, ubicado en el exclusivo barrio del Design District de Miami.

Con más de 500 metros cuadrados, que incluyen áreas interiores y exteriores, Tablé combina un bar selecto, cocina francesa clásica reinterpretada, y, por supuesto, la pastelería que ha hecho mundialmente famoso a Bachour.

Ahora planea abrir su primer local en Argentina.

Dulces creados por Antonio Bachour.
Dulces creados por Antonio Bachour. (Facebook)

“Este modelo de negocio no solo se dedicará a la venta de productos, sino que también permitirá a los clientes observar la producción en tiempo real, creando una experiencia única y cercana con la pastelería. Ofreceremos dulces y también haremos brunch”, indicó el pastelero.

De esta manera, busca que los comensales sean testigos del proceso creativo detrás de sus postres.

La posibilidad de observar la producción en vivo tiene como objetivo enamorar a los amantes de la pastelería, creando un vínculo más íntimo y envolvente con la experiencia.

El plan de negocios del pastelero en la Argentina está centrado en una estrategia de expansión gradual. La primera etapa es la apertura de un local insignia o flagship en una zona clave de Buenos Aires, como Palermo o Recoleta.

El objetivo de este local es posicionarse como una referencia en la ciudad, ofreciendo una experiencia integral que combine la pastelería de lujo con un concepto de bistró influenciado por sabores mediterráneos y árabes.

Este modelo busca atraer tanto a quienes quieren postres de alta calidad como a aquellos interesados en una experiencia gastronómica más completa. Una vez consolidado, la segunda etapa del plan es expandirse a través de unidades más pequeñas, como kioscos y pop-ups, ubicados en lugares estratégicos como centros comerciales, aeropuertos y zonas residenciales de alto poder adquisitivo, como Nordelta.

Estas unidades ofrecerán versiones reducidas del menú principal adaptándose a un formato más accesible y ágil para el consumidor.