La receta original es simple: leche, azúcar, agua y yemas de huevo. ¿Resultado? Los helados.

Estos manjares cremosos se pueden mezclar con frutas, licores, especias, nueces y hasta té. 

Los comemos desde niños, estando o no a dieta, en refinados restaurantes o en la calle, por eso hoy, compartimos cuáles son los sabores más populares en la actualidad.

Café. Aromático y concentrado, el helado de café es uno de los más solicitados, generalmente acompañado con una lluvia de semillas tostadas, frutos secos o barquillas.

Menta. De clásico color verde pastel, éste se caracteriza por su frescura y delicadeza en el paladar. Por esta razón, es ideal para servirlo entre platos, si se trata de un almuerzo o cena gourmet.

Dulce de leche. Para todos aquellos que disfrutan de un toque “extra” de dulzura, el dulce, según la última encuesta de Food Channel, también está en el top como un helado para disfrutar con galletas, tortas tipo bizcocho o con una cucharada de frutas en almíbar.

Fresa. Uno de los favoritos de los niños, el helado de fresa tiene una nota amarga –típica de las bayas– que balancea su sabor. No solo los cremosos gustan, también las paletas y granizados.

Almendras. Su suave textura y crunch de los frutos secos que se utilizan en su preparación lo convierten en uno de los más vendidos en cafeterías y en automercados. Si estás pensando en comprar un pote, el de almendras es una buena opción, pues combina con casi todas las comidas.

Chocolate. Exquisito sin importar si tiene trazos de chocolate blanco o amargo, es uno de los sabores amados en todo el mundo. Para celebrar buenas noticias, o pasar la página a un mal día, nada como una copa de helado de chocolate –con un extra de sirope–.

Vainilla. El más básico de todos es el líder absoluto. Aterciopelado y gustoso, este tipo de helado no necesita mucho más que una paletita de madera para disfrutarse.