Sin sus características espinas venenosas, el pez león que se ha proliferado en las aguas que rodean a Puerto Rico puede ser tremendo manjar.

“A mí me sabe como al mero”, concedió Ivangs Rivera Aponte, quien es biólogo marino experto en el estudio de esta especie.

“A todo el mundo que lo ha probado le gusta. Es bueno, riquísimo. Lo comparan con el mero y hasta supera el sabor”, indicó por su parte el también biólogo marino Kelvin Serrano, de la División de Pesca Recreativa y Deportiva del DRNA.

Pero no solo sabe bien. El pez león, que es una plaga en las aguas del Caribe desde hace un par de décadas, tiene un alto valor nutricional con una proporción importante de grasas omega-6 y omega-3, siendo además bajo en grasas saturadas.

A pesar de sus cualidades y aún con los esfuerzos del (DRNA) para fomentar su captura y consumo, falta camino por recorrer para integrarlo a la dieta boricua de manera que aumente la demanda y que el problema que representa para los ecosistemas que rodean la Isla pueda controlarse más rápidamente.

“Este pez no importa si se encuentra en nuestros arrecifes, es una amenaza para las especies más juveniles, pargos juveniles, meros juveniles, langostas juveniles. Como es nuevo, los otros peces no lo reconocen como un depredador, así que sigue siendo una amenaza para nuestras especies arrecifales, especies de importancia comercial y especies de importancia recreativa”, dio cuenta Serrano.

En su intento, la agencia y otras entidades han celebrado y participado de festivales culinarios en los que le ofrecen al público degustaciones del animal. Además, han orientado a pescadores y a cocineros sobre la manera más segura de capturarlo y convertirlo en un exquisito plato.

Y tan sabroso puede ser, que según Rivera Aponte, el pez león es considerado un manjar en el área del Oriente, cerca de los océanos Índico y Pacífico, de donde es natural. “Allá es como si fuera una langosta”, dijo.

En la Isla, por la falta de educación y la poca demanda, todavía puede ser muy económico. Algunos restaurantes lo han ubicado como parte de los atractivos de su menú, pero es más frecuente verlo como relleno de empanadillas y frituras.

Precaución al prepararlo

“El pez león tiene aproximadamente 18 espinas venenosas. Una vez tú le cortes esas espinas venenosas, tú lo puede filetear porque ya no representa riesgo y con las propiedades nutricionales es tremenda especie para consumir. Es saludable y bien carnoso”, apuntó Rivera Aponte. 

“Hay que remover las espinas que contienen veneno, que son las espinas dorsales, pélvicas y anales. Mucha gente no sabe cuáles son cuáles, así que nosotros recomendamos que le eliminen todas las aletas. Ya eliminadas, cortadas lo más al ras al cuerpo, no debe haber ningún problema. Se puede manejar como cualquier otro pez, así que eso es lo que más se enfatiza”, explicó por su parte el biólogo del DRNA.

Se recomienda que las personas usen tijeras y guantes para realizar esta tarea.