Es de todos comentar que la situación económica está difícil y que las Navidades en Puerto Rico son las más duraderas del planeta, no obstante, la relación entre una y otra se hace cada vez más evidente cuando el apetito hacia los manjares que acompañan las festividades, se vuelve cada vez más caros e inaccesible para muchos.

Regulaciones, certificaciones, aranceles añadidos al costo por los servicios básicos de energía eléctrica y de agua potable, provocan que cada día muchos comerciantes opten por cerrar sus establecimientos y los que restan, lo hacen (en muchas ocasiones) sólo para pagar sus deudas recurrentes.

“Llevo de 25 a 30 años en el negocio de comida; ‘catering’. Siempre para Navidades tenemos todos los platos tradicionales; cerdo a la varita, perniles, pasteles, arroz con gandules, postres y morcilla”, detalla José Romero Lugo, desde su cocina en el Barrio La Central de Canóvanas, mientras confeccionaba el embutido de carne de cerdo, sangre y arroz que ahora se consigue a $6 la libra y a $5, si es ‘cristiana’.

“Cristianas son las que no tienen sangre de cerdo”, explica. “Esto viene de herencia; de familia. Ahora no estamos seguros que nuestros herederos continúen en el negocio. Para hacer pasteles, la yuca subió de precio demasiado. De 68 centavos que la conseguías, ahora está en $1.69. Entonces para las morcillas, el galón de sangre que se compra en la carnicería, está a $15, cuando antes estaba a $10. Son muchas las regulaciones federales y del gobierno estatal que nos la ponen difícil”, relata Romero Lugo.

Mientras daba ‘manigueta’ a su máquina para la confección del tradicional embutido en ayuda de su esposa, Edmee Díaz Domíguez, explica que la industria de los ‘mataderos’ ha cambiado conforme los reguladores federales insisten en “imponer sus normas”.

“De la gandinga (intestinos del cerdo) sólo te permiten llevar el corazón e hígado. A lo demás; pulmones, bofe y otras partes, los federales les echan un químico para dañarlas y hacerlas desechables. No te la permiten comprar ni comer. Dicen que tienen una especie de cucaracha”, expresó

“Nuestros viejos se criaron con esto, el pitorro y verduras. Nada les pasaba y estaban bien saludables. Yo este año no voy a cambiar los precios, pero no te aseguro lo mismo para las próximas navidades. Oye, todo sube y uno no gana na’ ”, denunció, al tiempo que su esposa asegura que es el propio sistema gubernamental, quien procura hacer más difíciles las cosas.

“Tengo un familiar que quería sembrar plátanos y se encontró sin ayudas del Gobierno para hacerlo porque le dijeron que aquí hay un superávit, cuando aquí importamos más de lo que producimos. No es justo ni para quienes vivimos de esto ni para quienes quieren degustar de lo que producimos”, puntualizó la ex maestra del programa ‘Head Start’.

“El asunto del costo de luz y agua que está altísima, sólo lo que nos queda es seguir pa’ lante y con el apoyo de nuestros clientes”, sostuvo Romero Lugo, mientras realizaban la producción de morcillas.