Mi adolescencia coincidió con la época en la que los integrantes del grupo eran los más “rockeros”. Usaban el cabello súper largo, los mahones más apretados que los que usan los chamaquitos ahora y carabelas por todos lados.

¡¡¡Dios!!! Pero cómo los amaba. Tenía sus cassettes..sí, dije cassettes. Sus camisetas, posters en las paredes del cuarto, posters pequeños en las libretas, todos los artículos de periódico y FOTOS, FOTOS Y MÁS FOTOS DE ELLOS…

De ellos tengo dos recuerdos muy fuertes: uno bueno y uno malo.

El bueno: lo feliz que era cada vez que podía verlos por televisión haciendo el bailecito sexi ese que hacían con la cadera. Bueno, eso si mi papá esa noche estaba de buen humor y no lo cambiaba, porque si estaba de malas lo pasaba para que nos ilusionáramos con que nos lo iba a dejar ver y zás…lo cambiaba.

El recuerdo malo que tengo fue cuando ambos fueron “atrapados” con marihuana. Ni me acuerdo dónde fue…creo que fue en el baño de un aeropuerto…

Bueno, eso bastó para dejarlos de amar. Recuerdo que destruí todo lo que tenía de ellos, incluyendo los cassettes. Fíjate, esos que ahora podrían ser piezas de colección. Qué mal.

Nada, el caso es que los niños en mi época teníamos héroes, modelos a seguir que nos hacían suspirar, pero también poner de frente los valores y la moral que nuestros padres nos enseñaban.

¿Habrá héroes hoy en día?

No lo sé.

Solo espero que cuando mi hija llegue a la adolescencia tenga un amor platónico a quién admirar de verdad, que le haga creer que todavía existe gente buena, y que, aunque los seres humanos no somos perfectos, nos esforzamos por llevar una vida derecha y que deje huellas.

¿Cuál era tu amor platónico o tu héroe cuando eras niñ@?

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Besos de miel…