Luz Nereida pasa tremendo susto tras recibir llamada telefónica
Un individuo se comunicó con la periodista y le informó que tenía secuestrada a su hija Alana.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Son muchas las personas que diariamente reciben llamadas en las que se amenaza con hacerle daño a un familiar de no pagar una suma de dinero que se les exige.
Esta vez le tocó a la reportera Luz Nereida Vélez quien recibió una llamada hoy en la que un individuo le informaba que tenía secuestrada a su hija Alana, por lo que entró en pánico.
“El problema fue que cuando se produce la llamada hay una niña gritando ‘mami, mami’ y cuando digo ‘hija que te pasa porque estás llorando’, le quitan el teléfono y aparece la voz de un hombre que me dice que la niña había confundido unos maletines que cuando lo abrió estaba lleno de drogas y lo tiró a un paraje solitario. Que fueron al paraje a buscarlo no lo encontraron, y que yo tenía que darles mil dólares si quería ver a mi hija viva”, contó la mujer ancla de Noticentro al programa Lo sé todo de WAPA.
Reveló que la situación fue tan difícil que no se la desea ni a su peor enemigo.
“Los que somos mamás y papás saben lo mucho que uno ama a sus hijos, son un pedacito de uno. En noticias no me dejaron salir porque ya había agarrado la cartera para irme”.
La persona al otro lado del teléfono le insistía que se mantuviera en la línea, le pidió su nombre y donde estaba.
“Él ni sabía quién yo era. Cuando le dije quién era y donde trabajaba le pedí que me trajera la nena al canal y yo le daba el dinero. No quiso e insistió que tenía que ser en un centro comercial”.
Mientras eso ocurría sus compañeros trataban de contactar a la joven quien se encontraba en el salón de belleza de su propiedad, pero no contestaba.
“Sé que su señal no es muy buena y nos comunicamos más por WhatsApp”.
Hasta que no escuchó la voz de Alana diciéndole que estaba bien no tuvo paz.
“Dentro del desespero que yo tenía, ella no me entendió. Yo estaba en llanto, los hijos a veces pasan por situaciones tristes, te pueden llamar y uno se lo cree. Todavía tengo el dolor por dentro”, concluyó.