Carmen Belén Richardson Vivió y murió en paz
El velatorio de la actriz será tan sencillo como fue ella.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Los últimos días de vida de Carmen Belén Richardson fueron difíciles y dolorosos. La condición de fibromialgia que padeció por muchos años se complicó con los fallos de órganos como los riñones y los pulmones. Llevaba más de un mes postrada y sabía que su cuerpo no resistiría mucho más tiempo. Por eso estaba preparada para dejar el plano terrenal en paz.
Ese día de descanso físico y espiritual llegó ayer para la actriz, que tantas risas le dio al pueblo puertorriqueño a través de su inolvidable “Lirio Blanco” en la comedia El colegio de la alegría junto a otros pioneros de la televisión local.
Carmen Belén Richardson, quien el próximo 14 de septiembre cumpliría 74 años, falleció en horas de la mañana en el Hospital HIMA, en Caguas. Sus restos serán velados solo hoy, a partir del mediodía, en la funeraria González Lago, en Río Piedras y el entierro tendrá lugar mañana en el cementerio Borinquen Memorial, en Carolina (no se especificó la hora).
“Ha sido una decisión de la familia que los actos fúnebres sean muy sencillos, como era ella. Su cuerpo estaba lastimado, por eso lo único que queremos es que ella descanse en paz”, expresó en entrevista telefónica con Primera Hora Waleska Robles, hija adoptiva de Carmen Belén, a quien le sobreviven dos hijas más: Edda Flores y Migdel Flores, con quien residía la artista.
Haciendo un gran esfuerzo por contener el llanto, Robles recordó que hacía más de 20 años su mamá no trabajaba como actriz. No pudo precisar la fecha exacta de su último proyecto actoral.
“Mi mamá se aprendía los libretos completos de memoria y cuando empezó a fallarle la memoria... Las condiciones de salud le impidieron seguir trabajando. Le hicieron una traqueotomía hace como dos meses y medio”, recordó sobre Richardson, quien en 2004 sufrió un derrame cerebral.
Al parecer, durante su convalecencia, Carmen Belén Richardson no recibió muchas visitas de sus colegas, pues Waleska respondió con un largo silencio al preguntársele sobre esto. Sólo mencionó la visita que le hicieron hace un mes el comediante Yoyo Boing y la actriz Gloria María Negrón.
“Ella estaba encamada hace tiempo; el mes pasado la fui a visitar y estaba bien malita. Estaba entubada, pero aun así me reconoció y me habló. Carmen era bien querida, una buena actriz y buena compañera. La recordaremos siempre por su sonrisa, era un ser especial”, expresó a este diario Yoyo Boing.
Waleska Robles coincidió con dicha apreciación sobre su mamá.
“Los que la conocieron saben que era sumamente especial porque estaba llena de amor. Era una mujer de mucha paz. Y así murió, en paz”, concluyó.
Carmen Belén Richardson inició su carrera como actriz en las novelas radiales que se difundían en las estaciones WNEL y WIAC. Posteriormente, en la escuela Central de Santurce, la artista participó en dramas estudiantiles. Mas lo que nunca anticipó Richardson en ese entonces es que en una de sus funciones el laureado poeta español Juan Ramón Jiménez quedaría profundamente impresionado con su actuación. El ganador del premio Nobel decidió encaminarla hacia la Universidad de Puerto Rico, donde estudiaría arte dramático, según la biografía publicada por el historiador Enrique Feliciano Díaz para la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
Con la llegada de la televisión, ella incursionó en el medio en 1954. El productor Tommy Muñiz le ofreció un papel en el programa El colegio de la alegría, donde se desarrolló el conocido personaje “Lirio Blanco”. A partir de ese momento, cosechó una serie de presentaciones cómicas en la pantalla chica, como “Jazmín” en La criada malcriada. Entre las décadas de los 60 y 70, trabajó en programas como Black Power y Ja ja, ji ji, jo jo con Agrelot.
En el mundo de las telenovelas, la artista formó parte del elenco de Anacaona, El ídolo, Rojo verano y Marta Llorens. También es recordada por su participación en el programa Ellas al mediodía y en el espectáculo Múltiples ellas, en el que interpretó a Whoopi Goldberg. Con su talento llegó a México, donde en 1981 tuvo un papel importante en la recordada telenovela El hogar que yo robé, junto a Angélica María y Juan Ferrara.