A ley de dos meses para celebrar el certamen de belleza más importante del mundo, la organización internacional Miss Universe enfrenta graves problemas económicos.

La situación se da a conocer luego que la empresa dueña de la franquicia, JKN Global Group Public Company Limited, no realizó el primer pago de una deuda de 3,360 millones de baht, que equivalen a más de $95 millones.

Por consiguente, la compañía convocó a una asamblea de bonistas para solicitar una prórroga de pagos que le quedan este año, tras la restructuración de sus obligaciones que anunciaron hoy, viernes.

Dicha situación provocó que la propietaria de Miss Universe, Anne Jakkapong Jakrajutatip, pierda la mitad de su valor tras no cumplir con el plan de pago establecido, reporto el periódico tailandés Bangkok Post.

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“Es la primera vez en 25 años que Anne tiene que ajustar la fecha de pago”, expresó la también directora general de JKN, asegurando que la empresa pagará inmediatamente aproximadamente $4.4 millones de dólares estadounidenses antes del que culmine el día, y aplazará el pago del principal y los intereses de su deuda pendiente por un total aproximado de $12.66 millones de dólares estadounidenses hasta el final del año natural.

“Todos cobrarán intereses hasta el día en que reciban el dinero, de eso se trata”, aseguró, al tiempo que sostuvo que tiene previsto reunirse con los tenedores de obligaciones el 29 de septiembre para pedirles su aprobación para retrasar el reembolso.

Si los bonitas llegan a estar de acuerdo, el pago atrasado no se consideraría un impago, como se había contratado anteriormente, y los obligacionistas no exigirían el reembolso inmediato, dijo.

El problema fiscal que enfrenta la franquicia surge a unos pocos meses que celebren su certamen número 72 de Miss Universe, que se estará llevando a cabo el próximo 18 de noviembre, desde el estado de El Salvador, donde la estadounidense R’Bonney Gabriel cederá su corona a una nueva soberana.

Hace un año, JKN llegó a un acuerdo para adquirir el negocio del concurso de belleza del que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue copropietario entre 1996 y 2002, y asegurarse un acuerdo de licencia del espectáculo por una inversión de $20 millones.