Dueña de Miss Universe expresa apoyo a exdirectora de Miss Nicaragua
Karen Celebertti renunció a la organización local tras ser acusada de varios delitos por el gobierno de su país.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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La empresaria tailandesa Anne Jakrajutatip, dueña de Miss Universe, expresó el martes su solidaridad con la nicaragüense Karen Celebertti, quien renunció a la organización Miss Nicaragua tras ser acusada de supuesta “conspiración” y otros delitos por el gobierno de su país.
En un mensaje publicado en su cuenta de Instagram, Jakrajutatip dijo estar “muy orgullosa” por el trabajo de la empresaria nicaragüense, que manejó la franquicia Miss Nicaragua durante 23 años. “Tu servicio al mundo es legendario y tu corazón bondadoso es indescriptible”, añadió la tailandesa.
También la felicitó por haber logrado que la joven Sheynnis Palacios, “una chica normal de origen humilde”, se coronara Miss Universe el pasado 18 de noviembre. “Sacrificaste la vida de tu familia por la plataforma de empoderamiento femenino”, acotó y calificó a Celebertti de “fuerte” y “valiente”.
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La dueña de Miss Universe confirmó que Celebertti tuvo que exiliarse junto a su hija el mes pasado al ser impedidas de retornar a su país por parte del gobierno de Daniel Ortega tras participar en la coronación de Palacios en El Salvador.
“Ahora estás en un lugar seguro”, escribió Jakrajutatip. “Deseo que tu hijo y tu esposo se mantengan fuertes y recuerden que siempre habrá un día mucho más brillante”, añadió en alusión a los familiares de Celebertti que según la prensa fueron arrestados por la policía a fines de noviembre.
“Cuando cae la oscuridad todos tenemos que aceptar el destino y seguir adelante con coraje”, añadió sin mencionar explícitamente las acusaciones del gobierno de Ortega contra la familia Celebertti, que ha manejado también otras empresas de modelaje en ese país.
Celebertti anunció la noche del lunes su retiro de la organización Miss Nicaragua, que dirigió desde el año 2001, sin referirse tampoco a las acciones del gobierno en su contra.
“Ha llegado el tiempo de mi retiro, sé que siempre habrá más oportunidades para nosotros”, escribió en su cuenta de X, antes Twitter, en sus primeras declaraciones públicas tras el escándalo que siguió a la coronación de Palacios.
En tanto, el mismo martes, la organización Miss Universe informó en un comunicado que aceptó la renuncia de Celebertti y le agradeció por su “trabajo ejemplar” en los últimos 23 años. Asimismo, aclaró que “actualmente no hay ningún socio franquiciado para el país de Nicaragua”.
Tras elogiar ampliamente la gestión y el profesionalismo de Celebertti al frente de Miss Nicaragua, el informe destacó que “de cara al futuro, buscamos una resolución pacífica de los problemas planteados” por Nicaragua, así como “la seguridad de todos los asociados” con la organización.
“Esperamos que el país continúe uniéndose y apoyando a Sheynnis y a Karen en su lucha por un futuro forjado por mujeres”, agregó el comunicado.
El sorpresivo triunfo de Palacios en el certamen desató manifestaciones de júbilo popular que causaron malestar en el gobierno de Ortega, cuyas autoridades según la prensa impidieron el ingreso de Celebertti y su hija Luciana al país el 22 de noviembre.
Días después se dio a conocer que la policía allanó su vivienda en el suroeste de Managua y detuvo a su esposo Martín Argüello y al hijo de ambos, Bernardo. Sin confirmar el arresto, las autoridades acusaron el pasado 2 de diciembre a los tres miembros de la familia por los delitos de traición a la patria, conspiración y crimen organizado.
La Policía Nacional aseguró en un comunicado que Celebertti, su esposo y su hijo eran parte de “un complot” y una “trama” opositora que pretendía provocar manifestaciones durante el mes de diciembre en Nicaragua, donde están prohibidas desde las protestas sociales de 2018.
Según la policía, la familia Celebertti había apoyado aquellas protestas y desde 2019 estuvo en comunicación con “exponentes de la traición a la patria” para utilizar sus franquicias, plataformas y concursos de belleza “en una conspiración” contra Ortega.