¡Tienes que probar estas ricuras en Guánica!
Empanadillas Cherena es un negocio familiar que lleva más de ocho décadas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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No importa cómo las nombren los puertorriqueños, “empanadillas” o “pastelillos”, a la hora de comer las Empanadillas Cherena lo más rico es disfrutar de la frescura de su masa, lo que las ha distinguido por más de 80 años.
José R. Nazario Cherena, actual encargado del negocio familiar, ubicado en la calle 25 de julio #8 en el pueblo de Guánica, es de la tercera generación que continúa el legado que dejó su abuelo, don Esteban Cherena, cuando comenzó la pequeña empresa en la década de 1940.
“Las empanadillas de hoy se preparan de la misma manera que las hacía mi abuelo hace muchos años atrás”, aseguró Nazario Cherena.
El sello de esta empresa familiar es la frescura de su producto. Según el guaniqueño, tanto la elaboración de la masa como la preparación de las plantillas, se realizan totalmente a mano. Luego, las dejan reposar de seis a siete horas. Al día siguiente, llegan con las plantillas y las rellenan frente a los consumidores, según estos las van ordenando.
“Mi esposa y yo nos levantamos normalmente a las 3:00 a.m. Empezamos a preparar lo que es el condimento, lo que es el relleno de la empanadilla… Ya a las 6:00 a.m. estamos aquí, empezamos a hacer empanadillas. Cuando nosotros terminamos aquí, al mediodía, entonces nos vamos a casa y empezamos a preparar la masa del próximo día”, dijo Nazario Cherena, quien también cuenta con la colaboración de una de sus hermanas.
El menú varía según el día de la semana. Los lunes y viernes venden empanadillas de pollo; martes y jueves de carne molida; y los miércoles, de carne de cerdo. Las de pulpo y jueyes, se consiguen todos los días de la semana.
Los abuelos de Nazario Cherena comenzaron vendiendo empanadillas en el barrio el Caño y luego se mudaron al pueblo de Guánica. En sus inicios, le preparaban desayuno a los obreros de la caña y a los empleados de Central Guánica. En la actualidad, personas de otros pueblos de la isla y guaniqueños de la diáspora ordenan de antemano las ricas empanadillas, que la mayoría de este pueblo las tiene en sus hogares.
El legado de don Esteban llegó hasta la ciudad de Milwaukee, en Wisconsin. Tras las hermanas de Nazario Cherena mudarse a Estados Unidos, tanto ellas como sus hijos preparan y venden las empanadillas para los boricuas que las encargan.
La mezcla, que contiene trigo, agua con sal y manteca con color, la preparan igual que en la Isla, sin maquinaria. Los sobrinos del guaniqueño se dedican a la elaboración de empanadillas como un “hobbie”, ya que no es su principal fuente de ingresos.
El horario de las Empanadillas Cherena, en Guánica, es de 6:00 a.m. a 12:00 p.m. de lunes a viernes. Para hacer órdenes y más información puedes llamar al 787-323-0871.